El shiatsu como vía de toma de conciencia

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El shiatsu puede ser una vía directa de toma de conciencia de nuestro cuerpo, de nuestras emociones, de nuestros estados de ánimo e incluso de nuestros patrones de pensamiento. Cuando nos echamos en el futón y el terapeuta comienza el tratamiento, podemos reconectar con nosotros mismos, volver a nuestro cuerpo. Y cuando digo volver a nuestro cuerpo, realmente se trata de volver a nuestro cuerpo porque, en demasiadas ocasiones, nuestra mente se dispara y se desconecta –eso cree– del cuerpo. A veces podemos olvidarnos de nuestro cuerpo, ignorarlo y maltratarlo sin siquiera darnos cuenta.

Pero el shiatsu nos invita a volver al cuerpo. Las presiones profundas, los cambios entre presión estática y dinámica, los estiramientos y, sobre todo, el contacto consciente y focalizado por parte del terapeuta nos devuelven a nuestro cuerpo. Quiero subrayar que creo que no valen los tratamientos con el piloto automático, un verdadero terapeuta de shiatsu no ejecuta rutinas ni protocolos, sino que adapta su trabajo al receptor en cada momento, aquí y ahora. Esta forma de contacto y de estimulación de los meridianos y los puntos de acupuntura nos invita a relajarnos profundamente y a ser conscientes de nuestro cuerpo.

Relajación y conciencia

Esta relajación es el primer paso para reconectar con nosotros mismos, para volver al cuerpo. Cuando el cuerpo se relaja, la mente también lo hace. Hablamos de cuerpo y mente como si fueran entidades claramente separadas, pero las fronteras entre una y otra son más bien difusas. Alguien que haya tenido un ataque de ansiedad, por ejemplo, sabe bien cómo el cuerpo y la mente interactúan y se influencian mutuamente: el estrés acelera la respiración; la respiración acelerada y superficial hace que hiperventilemos y esto eleva el nivel de óxigeno en sangre; esto puede hacer que sintamos dificultades para respirar y que nuestras extremidades se paralicen; con el cuerpo en semejante estado de tensión, la mente se dispara… y, si el ciclo continúa, podemos llegar a desmayarnos, ya que esta es una de las vías que tiene nuestro organismo para recuperar un ritmo respiratorio normal y equilibrar los niveles de óxigeno en sangre.

El cuerpo y la mente están muy, pero que muy relacionados y es por eso que relajar el cuerpo puede relajar la mente; y viceversa. Cualquiera que haya recibido un buen shiatsu sabe que esto es así. Y precisamente gracias a esta relajación física y mental que produce el shiatsu, podemos tomar mayor conciencia de nosotros a diferentes niveles. A continuación desarrollaré mi explicación.

Shiatsu y niveles de conciencia

Shiatsu y conciencia corporal

Cuando nuestro cuerpo se relaja y nos liberamos de ciertos patrones de tensión, nuestra forma de estar en nuestro cuerpo cambia. Cambian nuestra postura y nuestra propriocepción (percepción del propio cuerpo). A veces, hasta que no llegamos a cierto punto de relajación, no somos conscientes de la tensiónn que llevábamos encima. La relajación nos permite comparar cómo estábamos antes y cómo estamos ahora. Yo, por ejemplo, gracias al shiatsu he descubierto que suelo acumular mucha tensión en los gemelos y los isquiotibiales. Sabía que acumulo tensión en la zona superior de la espalda y los músculos de la mandíbula, pero no era consciente de la tensión que acumulaba en las piernas. Fue el shiatsu lo que me ayudó a tomar mayor conciencia de mis piernas y, a partir de ahí, pude dedicarles los cuidados necesarios para relajar la musculatura de esa zona.

Y lo bueno es que, una vez aprendemos a tomar conciencia de las partes del cuerpo de las que somos menos conscientes, podemos relajarlas voluntariamente con mayor facilidad. Es lógico: si no sabemos que una parte de nuestro cuerpo está tensa, no nos preocupamos por relajarla. Aprender a mirar más en detalle nuestro cuerpo y a detectar las zonas de tensión es el primer paso para relajarlas voluntariamente, y el shiatsu y los consejos de un buen terapeuta de shiatsu nos pueden ayudar mucho en esta labor.

Shiatsu y conciencia emocional

El cuerpo físico guarda emociones. Quienes se dedican a las terapias manuales saben bien que en ocasiones hay quien tiene un estallido de rabia, tristeza, miedo o cualquier otra emoción durante un tratamiento. En cierto modo, es como si el trabajo sobre los tejidos del cuerpo liberara emociones contenidas. Sin llegar a este punto, muchos de nosotros tenemos reacciones emocionales ante ciertos estímulos físicos: miedo o incomodidad cuando nos tocan la tripa; rabia cuando nos tocan las orejas o el cabello, por ejemplo; etc.

Partiendo de esta realidad, el tacto suave y no invasivo del shiatsu puede ayudarnos a explorar las emociones que guarda nuestro cuerpo. Nos da una oportunidad para experimentar y vivir los recuerdos e impresiones emocionales que guarda el cuerpo. Y esto sucede dentro de un contexto terapéutico, donde el receptor puede trabajar con estas experiencias de un modo mucho menos traumático que en un contexto cotidiano.

Shiatsu y conciencia mental

Los pensamientos tampoco están desligados del cuerpo. Cuando nuestro cuerpo se relaja profundamente, el flujo de pensamientos de la mente también se calma. Y dentro de esta calma, a veces podemos tomar conciencia de ciertos pensamientos que no suelen aparecer durante nuestro hacer cotidiano. Personalmente, creo que esto sucede porque con demasiada frecuencia estamos en lo que Kabat-Zinn denomina el modo hacer, y nos cuesta entrar en el modo ser.

El shiatsu nos ayuda a entrar en el modo ser, un estado en el que nos sentimos más calmados y más centrados en el momento presente. Según mi experiencia y la de otras personas con las que he hablado del tema, este estado de calma mental propicia la creatividad y nos ayuda a darnos cuenta de nuestros patrones mentales. En cierta manera, cuando nos relajamos, podemos observarnos sin juzgarnos y ver nuestros pensamientos con cierta distancia. Esto puede ser profundamente terapéutico.

Fuente: http://www.amalur-zen.com/blog/el-shiatsu-como-via-de-toma-de-conciencia/

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