La sandía es fruta porque dentro de sí están las semillas, pero también es verdura porque forma parte de la familia de las cucurbitáceas.
La sandía proviene de África tropical, aunque México la adoptó por su sabor y colores. Además, previene diversas enfermedades gracias a sus nutrientes, como la diabetes, ataques cardíacos, infecciones, fiebre, deshidratación, obesidad y estrés.
Bomba de vitaminas y minerales:
Contiene vitamina A, B, C. En tanto en minerales destaca el potasio, magnesio, manganeso, hierro y fósforo. Todos ellos coadyuvan a regular el organismo y sistema inmunológico.
Protección a las células:
Gracias a que posee licopeno, un pigmento carotenoide, el cual es un poderoso antioxidante que puede ayudar a proteger a las células para que estas no sufran daño.
Hidratación:
Es una de las frutas con mayor cantidad de agua, por lo que se considera una forma saludable de hidratarse. Cabe señalar que la suma del licopeno y agua convierten a la sandía en un gran antioxidante, de modo que mitiga el envejecimiento.
Con fibra:
Alberga fibra que estimula el buen funcionamiento del aparato digestivo, en consecuencia, previene del estreñimiento.
Versatilidad:
La sandía puede consumirse de varias formas, verbigracia, en jugo, junto a quesos, o acompañando otros platos.
La producción de sandía en México es superior a las 946 mil toneladas, siendo los estados de Sonora, Jalisco y Chihuahua los principales productores de este fruto que se cultiva en casi todas las entidades federativas.
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