Entre los beneficios que rodean al limón se enlistan su capacidad diurética y antibacteriana. Al tiempo que refuerza el sistema inmunológico.
Al limón se le atribuyen propiedades que cualquiera catalogaría como milagrosas. Todos en algún momento hemos oído que es posible adelgazar con sólo beber un vaso de agua que contenga unas cuantas gotas del cítrico. Asimismo, se rumorea que funciona para depurar el hígado. Todas estas afirmaciones son falsas, de acuerdo con Carme Ferrer Alfonso, dietista-nutricionista de Alimmenta.
Lo anterior no resta las propiedades que el limón aporta al organismo, por el ejemplo, ayuda a la absorción de hierro gracias a su contenido en vitamina C. Además, juega un papel importante en la síntesis de colágeno y reduce la posibilidad de sufrir infecciones.
Además brinda vitamina A, fibra y minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el potasio. Sin contar que su valor calórico es bajo (22 kcal por cada 100g). Por si fuera poco, contiene flavonoides que son antioxidan útiles para prevenir enfermedades como isquemia, diabetes tipo 2 o incluso algunos tipos de cáncer.
Para consumirlo basta con agregarlo a nuestra ensalada o bien, tomar un zumo con base limón. En caso de que el sabor a limón desagrade, podemos consumir postres de otras frutas ricas en vitamina C, como la naranja, la mandarina, la papaya o las fresas.
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