En México hay 10 millones de personas diagnosticadas con diabetes, pero más de la mitad no llevan los cuidados adecuados
Todos conocemos a una persona con diabetes, eso es un hecho, pero a pesar de que se trata de una enfermedad que en la mayoría de los casos se puede prevenir, ser diagnosticados con ella no significa una sentencia de muerte.
En México, hay al menos 10 millones de personas diagnosticadas con diabetes, un padecimiento que va a la alza en nuestro país y en el mundo. Más de la mitad no tienen los cuidados suficientes para evitar el progreso de la enfermedad y las complicaciones por el exceso de azúcar en la sangre, tal como la pérdida de sensibilidad en los pies, lesiones y úlceras.
En entrevista para De10.mx, la Dra. María Adela Garcés Martínez, con subespecialidad en angiología y cirugía vascular, precisó que la diabetes se caracteriza por cifras elevadas de azúcar y que el cuerpo no es capaz de metabolizarla adecuadamente.
“Una de las maneras para evitar esa situación es que el paciente lleve hábitos dietéticos adecuados, ejercicio y control de peso”, indicó la especialista.
De acuerdo con reportes oficiales de salud en el país, solo el 5.9% de los pacientes llevan un buen control de la enfermedad, el 38.4% están mal controlados y el 56% están muy mal controlados.
La Dra. Garcés puntualizó que cuando una persona recibe el diagnóstico de diabetes, debe entender que se necesitará un cambio en el estilo de vida, pero no quiere decir que la persona llevará una vida de limitaciones extremas.
“Ok, tengo diabetes, acepto que tengo diabetes y ahora ¿qué es lo que tengo que hacer para tener una buena calidad de vida? Esto no quiere decir que el paciente diabético esté condenado a llevar una vida de limitaciones, hay que llevar un control pero no es una sentencia de muerte”, precisó.
La especialista señala que antes de obtener un diagnóstico médico, existen tres señales que nos pueden alertar sobre la presencia de la enfermedad:
- Poliuria: aumento en la cantidad de orina, por lo que se acude al baño con más frecuencia.
- Polifagia: aumento en la ingesta de alimentos.
- Polidipsia: sed excesiva.
Otro parámetro que se puede incluir es que el paciente comience a bajar de peso, pero siempre hay que acudir con un médico.
La Dra. María Adela Garcés Martínez destaca que de todos los pacientes que tienen diabetes, solo el 20% se revisa los pies, aumentando el riesgo de presentar pie diabético. En esta patología, el sistema nervioso periférico se ve dañado por las altas cifras de azúcar que van afectando la estructura del nervio.
“Nervios y tendones en las extremidades inferiores a nivel de las articulaciones y las plantas del pie se ven alterados porque no llega la estimulación nerviosa adecuadamente. Se empieza a alterar la estructura de cómo pisamos y comienza a haber lesiones, como callosidades. El paciente trata de quitárselas y es ahí cuando se nota la falta de sensibilidad y todo el problema del pie diabético”, explicó la Dra. Garcés.
La especialista señala que las señales de alerta de que probablemente se está padeciendo pie diabético es la falta de sensibilidad e hidratación. Es por ello que destaca que todos los pacientes con diabetes deben cuidar minuciosamente sus extremidades inferiores y seguir estas recomendaciones:
- Lavarse los pies con agua y jabón, así como secarlos perfectamente.
- Hidratarlos con una crema (de preferencia cold cream)
- Acudir a un podólogo a que le corten las uñas, no hacerlo por sí mismo. Debe hacerse de forma recta para evitar lesiones o que se encarnen.
- Verificar la sensibilidad en los pies.
- Usar calcetines y calzado especial, que no tengan costuras en su interior y que no aprieten.
Cuando el paciente presenta úlceras y ya lleva un control médico. Se puede complementar el tratamiento con geles que contengan ácido hialurónico, el cual es compatible con la dermis, no causa irritación, se absorbe fácilmente y brinda una hidratación adecuada a la zona afectada.
“Hay que recalcar que mientras el paciente no lleve una dieta adecuada, un control de azúcar, el medicamento o las curaciones necesarias, aún con este tipo de geles no habrá mejoría”, indicó Garcés Martínez. “El paciente que tiene diabetes tiene la obligación de acudir con un endocrinólogo, o con un médico internista que lleve el control de su diabetes. Si ya tiene una úlcera, por un médico angiólogo”, finalizó.
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CAB