Mitos y realidades de ser madrastra

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Mitos y realidades de ser madrastra
Mitos y realidades de ser madrastra

Una vez tomada la decisión de “entrarle” como madrastra a una familia reconstituida hay que moverse con prisa pero con pausas

Para hablar de “madrastrasgo” hay que hablar de lo que es una Familia (o una Relación) Reconstituida. 

La Familia Reconstituida es la relación formada por una pareja adulta en la que al menos alguno de los dos tiene un hijo de una relación anterior. Esta estructura familiar conlleva retos particulares pues al haber varios adultos a cargo de los hijos es necesario clarificar las obligaciones conyugales y parentales de cada uno de ellos. 

Pero antes de llegar a ese punto y obvio antes de conocer a los hijos de tu pareja ¡Conózcanse ustedes como pareja! Y prepárate y entérate de algunas cosas que te comparto:

  • ¿Se están trabajando los duelos previos? Las familias reconstituidas tienen muchas pérdidas, ya sea por muerte de algún progenitor o por un divorcio. Se pierde, sino a una persona en forma literal, sí sueños, casa, un padre y una madre presente, en ocasiones al perro y la flexibilidad económica. 
  • ¿Los padres biológicos tienen acuerdos concretos y explícitos sobre los hijos? (económicos, emocionales, sociales). Sin claridad en cuanto a qué toca a quién respecto a la crianza de los hijos biológicos los acuerdos de la nueva pareja se tornarán confusos y complicados. 
  • ¿Se tiene claro lo que se espera de ti con respecto a tus hijastros? En ocasiones la nueva pareja tiene diferentes expectativas en relación al rol que se jugará con los hijos previos a su nuevo compromiso.
  • ¿Estás lista para no participar de todas las actividades que haga tu pareja con sus hijos? Es importante, si bien requiere de creatividad, flexibilidad y obvio, tiempo, contar de espacios diferenciados para el cultivo de la pareja, para convivir con los hijos biológicos y para la nueva familia. 
  • ¿Se puede hablar con claridad sobre finanzas por aquello de “los tuyos, los míos y los nuestros? Es importante poner sobre la mesa el aspecto económico de la nueva relación, sobre todo cuando se abre la posibilidad de tener hijos en la nueva unión.

Una vez tomada la decisión de “entrarle” a una familia reconstituida hay que moverse con prisa pero con pausas. El acomodo de estas familias toma más tiempo que una familia intacta pues hay más variables en juego. A veces el nuevo amor, con un exceso de entusiasmo por “compensar” el pasado o en construir una familia “ideal”, puede ejercer presión sobre los hijos/hijastros a tener actitudes y realizar actividades que requieren de tiempo para ser procesadas y poderse instaurar. ¡No olvides ir paso a paso!

Tips para ser una madrastra correcta (no perfecta)

  1. Lo primero es asumir que ¡los hijos estaban primero!, lo cual no significa que no seas importante.
  2. Busca el mejor momento para conocerlos por primera vez. Cuándo te sientas preparada y tu pareja también. Ni antes ni después.
  3. No te posiciones de inmediato como una figuras materna. Esto se desarrolla paso a paso y con base a los acuerdos previos y a lo que se puede y se necesita en cada caso. 
  4. Ubica tu rol. ¡No eres ni la mamá ni el papá! Hay que encontrar el lugar adecuado en el sistema familiar. Esto no significa que no tengas un lugar o que  claudiques a tus necesidades. 
  5. No asumas papeles que le corresponden a tu pareja o a su ex. Si te sobrecargas te resentirás rápidamente además de que estarás ocupando un lugar que no te corresponde.
  6. Ten claro tus límites. Reconoce no lo que “debería ser” sino lo que realmente puedes y lo que no puedes.  Y se asertiva al compartirlos con tu pareja.
  7. No compitas. Ni por los hijos ni por la ex. Si bien se ha de tener claro el lugar que ocupa tu vida de pareja, recuerda que elegiste a alguien que llega a la relación con hijos/as y ex. 
  8. Asegúrate que sea tu pareja quien te de tu lugar. Reclamar a los hijastros y a los ex que te traten de “X o Z” forma es un fracaso seguro y un pleito anticipado. Si tu pareja no se posiciona como “tu pareja” frente a sus hijos y ex es inútil y lastimoso quererte dar ese lugar.
  9. Deja a tu pareja lugares privados con sus hijos. No tienes que estar en todo y con todos. Cada subsistema familiar requiere sus tiempos.
  10. Ve ajustando tus expectativas a la realidad. Por más preparada que estés siempre habrá sorpresas. La adaptación es indispensable para poder avanzar. 
  11. Relaciónate lo más cordialmente con la ex. Eso sí existe la posibilidad de lograrlo. Y sino ¡diplomacia siempre!
  12. Desahóga “tus penas” con tus amistades. No sirven los verdadazos con tu pareja, a ella aprende a plantearle lo esencial y con cautela.
  13. Sortea y negocia las barreras de otros círculos sociales.  Amigos, colegas, familiares, no siempre reciben con el júbilo que podrías esperar.

Otros temas. No sirve tomarse como personal las reacciones de los hijastros. Recuerda que ellos viven:

  • Duelos en relación a los padres.
  • Conflictos de lealtades.
  • Adaptación a dos estilos y normas pues su familia es binuclear.

¡Pero esto no significa que has de tolerar groserías!

Una buena relación con tus hijastros no implica  amarse profundamente. A veces las expectativas “románticas” del vínculo que se “debe” a generar producen mucho dolor. El amor o el afecto con los hijastros se genera (o no) a través del tiempo, pero lo central no es “quererse y disfrutarse” profundamente, sino respetarse y cuidarse buscando lo que es oportuno y constructivo para cada uno de los integrantes de la nueva familia. Con suerte el afecto también llega.
Y recuerda ¡No todas las madrasteas son como las pintan! Puedes “pintar” un nuevo modelo siempre y cuando la situación, tu elección y la relación ofrezca  los colores y pinceles necesarios.

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