El tratamiento oportuno del labio y paladar hendido es de suma importancia para evitar problemas de alimentación, lenguaje y crecimiento craneofacial
El Labio y Paladar Hendido es un defecto de nacimiento, siendo un padecimiento más común incluso que el síndrome de Down, al afectar a 1 de cada 750 niños o niñas que nacen, y ocurrir en todos los grupos étnicos y estratos sociales, favorecido por una combinación de factores genéticos y en algunos casos ambientales, como químicos, pesticidas, o medicamentos.
Consiste en el desarrollo incompleto del labio superior y los huesos palatinos durante el periodo fetal.
Esto es que el labio y el paladar se desarrollan de manera separada, por lo que la boca y la nariz están conectadas; llegando a presentarse en distintas formas médicas, en las que el niño o la niña tenga el labio hendido y no el paladar, con hendidura en el paladar y no en el labio, y con ambos labios y paladar hendido. Por lo que, cada una tiene un tratamiento para decidí el tipo de intervención quirúrgica que pueda hacerse.
Así, la hendidura craneofacial puede ser ligera hasta presentar una separación completa, afectando la nariz, complicando la succión e ingesta de alimentos, particularmente en los primeros meses que debe alimentarse con la leche materna, ya que ésta puede entrar accidentalmente en la cavidad nasal.
En este aspecto, en caso de no atenderse oportunamente, es común que los pacientes con este problema presenten cuadros de desnutrición, infecciones o inclusive la muerte.
Hoy en día, la tecnología permite que, gracias a los ultrasonidos en tercera y cuarta dimensión, pueda diagnosticarse desde el cuarto mes de gestación. Al respecto, el doctor Rogelio Martínez Wagner, jefe de la Clínica de Labio y Paladar Hendido del Hospital Manuel Gea González, hace hincapié en la importancia de captar a los pacientes desde el mismo embarazo, a fin de orientar a los padres que “están asustados, y así tranquilizarlos para orientarlos con las técnicas de lactancia y todo para el nacimiento”.
Además, que recibiendo a los pacientes desde que nacen permite empezar con el tratamiento de ortodoncia y “eso nos ayuda a la fisura se vaya haciendo más pequeña, y eso ayuda a los resultados tanto quirúrgicos como estéticos”. Evitando secuelas irreversibles.
De esta forma, dado que afecta a uno de cada 750 niños nacidos vivos en México y se considera que en la genética de los mexicanos presenta una alta prevalencia, desde el año 2016 y gracias al impulso de la Secretaría de Salud, la Asociación Mexicana de Labio y Paladar Hendido, Anomalías Craneofaciales y Smile Train, cada 23 de julio se conmemora el Día Nacional de Labio y Paladar Hendido.
Esto, en honor al natalicio de los doctores Fernando Ortiz Monasterio, uno de los pioneros en las operaciones reconstructivas y más destacados cirujanos plásticos en México y de Mario Mendoza Arellanes, médico cirujano especialista en técnicas para labio y paladar hendido.
Igualmente, con la intención de hacer un llamado a erradicar la discriminación hacia las personas con labio y paladar hendido, como a impulsar que se implementen tratamientos interdisciplinarios de calidad y gratuitos para mejorar la calidad de vida de quienes viven con este cuadro médico. Además de que se les dé continuidad en la etapa adulta.
Así como para desterrar las ideas erróneas que hay al respecto, como los mitos que lo relacionan con las fases de la o los eclipses, que solo amedrentan la autoestima de quienes lo viven.
La importancia de al hablar de un tratamiento interdisciplinario y oportuno es que así se evitan una serie de problemas de alimentación (que como ya vimos, detonan en desnutrición), lenguaje, crecimiento craneofacial e integración psicosocial.
Estamos hablando que una persona con labio y paladar hendido, si inicia el tratamiento y rehabilitación desde que nace, a los 18 años (que es la edad en que suele terminar todo el proceso) el paciente se habrá sometido a entre tres a quince cirugías, según su caso, pasando por las manos de cirujanos plásticos, terapeutas del lenguaje, dentistas y psicólogos.