La intervención asistida de animales en las terapias han desencadenado mejoras y aumentos en la autoestima de los pacientes.
El objetivo del trabajo ha sido investigar los beneficios que los perros de terapia brindan a jóvenes con trastornos de la conducta alimentaria. Después de que los profesionales analizaran las sesiones y la evolución de los pacientes, se ha observado que durante la intervención asistida con animales se han detectado mejoras y aumentos en la autoestima de los pacientes.
Terapias en las que intervienen animales impulsan el bienestar emocional en pacientes con anorexia y bulimia nerviosa, de acuerdo al estudio por el hospital Infantil Universitario Niño Jesús, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos y PURINA.
Con las sesiones asistidas por perros, los jóvenes con trastornos de la conducta alimentaria experimentaron un incremento de 46 puntos en emociones agradables. De este modo, pasan del 16 por ciento del inicio al 62 por ciento.
En tanto, las emociones desagradables se reducen 43 puntos tras las sesión, pasando de un 47 por ciento a un 4 por ciento.
Entre otros beneficios, disminuyen los niveles de ansiedad y depresión. Mientras que en los menores mejora el funcionamiento psicosocial.
Para la investigación se observó a 7 adolescentes de entre 13 y 17 años, repartidos en dos grupos que siguen su tratamiento en la Unidad de Trastornos de la conducta Alimentaria (UTCA). Se llevaron a cabo 18 sesiones semanales de 50 minutos cada una, en cada terapia participaron un psicólogo experto en IAA (Intervención Asistida con Animales), dos técnicos en IAA y dos perros.
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