Desgarros y esguinces

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Por Jose Antonio Soriano.

Definición y conceptos

Un esguince es una lesión condicionada por distención o rotura parcial o completa de un ligamento. Los ligamentos son tejidos que conectan los huesos a nivel de una articulación y su función es mantener la estabilidad de dichas articulaciones al limitar el movimiento de la articulación en cuestión hasta límites normales.

Un desgarro es una lesión ocasionada por la distensión y/o rotura de un músculo o tendón. Los tendones son tejidos que conectan los músculos a los huesos y cuya función es permitir la generación de brazos de palanca sobre un hueso para poder llevar a cabo la movilización de una articulación. Los músculos a su vez son tejidos que mediante la contracción producida en sus fibras permiten iniciar ese brazo de palanca que finalmente culmina con el movimiento de una articulación. 

Las lesiones musculares y ligamentarias son la causa número uno de incapacidad relacionada al deporte.

Síntomas y Causas

Los síntomas de un esguince son: dolor, inflamación, moretones, limitación para la movilización de la articulación afectada y en ocasiones al momento de producirse la lesión, percibir un ruido o chasquido en la articulación lesionada. En el caso de los desgarros los síntomas son: dolor, inflamación, espasmos musculares y limitación para mover el músculo afectado.

En general existen tres tipos de esguince que van de la distensión, rotura parcial o completa de las fibras del ligamento lesionado. Los desgarros se clasifican en agudos y crónicos. Un desgarro agudo ocurre cuando un músculo se distiende o jala, incluso rompiéndose, cuando se estira más de lo normal o de forma abrupta, como ocurre al correr, saltar o lanzar, cargar un objeto pesado o cargar en una posición inadecuada. Los desgarros crónicos ocurren como resultado de movimientos repetitivos y prolongados de un músculo; estos suceden en actividades como gimnasia, tenis, remo y golf.

Los sitios más frecuentes en donde se producen los esguinces son: tobillo, rodilla, muñeca y el dedo pulgar. Dos sitios comunes de desgarros son la espalda baja y los músculos de la corva (localizados detrás del muslo y la rodilla).

Factores de riesgo

  1. Pobre acondicionamiento

La falta de acondicionamiento muscular puede dejar tus músculos débiles y más susceptibles a tener una lesión

  1. Fatiga

Los músculos cansados son menos capaces de proveer buen soporte a las articulaciones. Cuando estás cansado, también eres más susceptible de sucumbir a fuerzas que pueden generar estrés físico en tus articulaciones o sobre-estirar un músculo.

  1. Calentamiento insuficiente

Calienta lo suficiente antes de realizar actividad física vigorosa, esto preparará tus músculos para aumentar el rango de movimiento en tus articulaciones, haciendo los músculos menos apretados y menos susceptibles de sufrir trauma y desgarros.

  1. Condiciones ambientales

Resbalones o superficies irregulares pueden ser factores para lesionarse.

  1. Pobre equipo

Calzado inapropiado o desgastado u otro equipo deportivo pueden contribuir a un mayor riesgo de sufrir estas lesiones.

Prevención

Estiramientos regulares y ejercicios de fortalecimiento para tu deporte, aptitudes o actividades laborales, como parte de un programa de acondicionamiento físico, pueden ayudarte a minimizar el riesgo de desgarros y esguinces. Trata de estar en forma para tu deporte. Si tienes una ocupación con alta demanda física, el acondicionamiento físico regular puede ayudar a evitar lesiones. No juegues tu deporte para estar en forma, ponte en forma para jugar tu deporte.

Puedes proteger tus articulaciones a largo plazo trabajando para fortalecer los músculos alrededor de una articulación lesionada. La mejor férula o aparato ortopédico de la que dispones es tu propio músculo. Pregunta a tu médico sobre ejercicios adecuados para el acondicionamiento de tus músculos. Por último recuerda usar equipo deportivo, especialmente calzado, adecuado que te ofrezca soporte y protección.

Medidas para tratar un esguince en casa o en el trabajo

Para acelerar la recuperación recuerda el acrónimo P.R.I.C.E. (por sus siglas en inglés):

  • Protección: ferulización, encintado o vendaje para prevenir nuevas lesiones.
  • Reposo: de todas las actividades que provoquen dolor. Utiliza muletas o bastón hasta que puedas caminar sin dolor y cojeo. 
  • Ice (Hielo): Hielo en el área afectada por 15-20 minutos, 3 a 5 veces al día por las primeras 24 a 72 horas después de la lesión. Deja descansar el sitio de la lesión por al menos 1 hora y media entre las aplicaciones de hielo. Esto reducirá de forma importante la inflamación de la articulación o músculo lesionado. 
  • Compresión: Venda el área afectada empezando por el área más lejana al corazón, empleando presión uniforme. Usa el vendaje hasta que ceda la inflamación y afloja las vendas si aumenta el dolor o aparece cualquier coloración o descoloración de la piel de la extremidad.
  • Elevación: Eleva el área afectada de la extremidad por arriba del nivel del corazón, la mayor parte del tiempo, sólo si es posible (tobillo, rodilla, muñeca, mano).

Cuando ver al doctor

Existen lesiones más serias que pueden ocasionar los desgarros y esguinces, como son las fracturas. Es recomendable ver a un médico ortopedista de preferencia si presentas alguno de los siguientes síntomas:

  • No poder caminar más de cuatro pasos sin dolor importante
  • No poder mover la articulación afectada
  • Dolor directamente sobre los huesos o una articulación lesionada
  • Adormecimiento en cualquier parte del área dañada
  • Deformidad en la articulación
  • La lesión ocurrió sobre un área o articulación previamente lastimada
  • Si tienes alguna duda sobre la seriedad y el cuidado de la lesión

Resumen

Los desgarros y esguinces son lesiones del sistema musculoesquelético comunes. Un esguince es una lesión ocasionada por distención o rotura parcial o completa de un ligamento. Un desgarro es una lesión ocasionada por la distensión y/o rotura de un músculo o tendón. Los síntomas de los esguinces y desgarros pueden ser similares ocasionando : dolor, inflamación, moretones en el sitio de la lesión. La diferencia estriba en que los esguinces condicionan además limitación para la movilización de la articulación afectada y en los desgarros puede presentarse espasmos musculares y limitación para mover el músculo afectado

Las lesiones deportivas son la causa principal de estos dos tipos de lesiones. Los sitios más frecuentes en donde se producen los esguinces son: tobillo, rodilla, muñeca y el dedo pulgar. Los desgarros son muy comunes en la espalda baja y los músculos de la corva (localizados detrás del muslo y la rodilla).

Una pobre condición física, la fatiga muscular, el calentamiento insuficiente previo a realizar un deporte o no usar un equipo deportivo adecuado pueden hacerte susceptible a sufrir una de estas lesiones. 

Si después de sufrir una lesión de este tipo presentas dificultad para movilizar la articulación lesionada, no puedes caminar o apoyar el pie, presentas deformidad entre otros síntomas, es necesario acudir con un ortopedista para valorar la seriedad de la lesión y establecer un pronto y adecuado tratamiento.

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