La intervención adecuada a cualquier edad produce mejoría en la calidad de vida de las personas afectas por el trastorno del espectro alcohólico fetal.
El doctor Óscar García, neonatólogo del hospital Clinic aseguró que «el consumo de alcohol es tóxico desde el principio del embarazo», ello durante su presentación en la I Conferencia sobre Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF).
«El consumo de alcohol en la gestación es la primera causa de retraso mental en los países occidentales ya que el alcohol y sus metabolitos atraviesan directamente la placenta, pudiendo producir alteraciones en el neurodesarrollo», explicó.
Esto se explicaría porque el «embrión no metaboliza bien el alcohol y esto da lugar a efectos tóxicos durante la gestación».
De acuerdo con la psiquiatra Nuria Gómez, del hospital Vall d’Hebron « un 87% tendrá un trastorno de salud mental, sea de conducta, trastorno negativista desafiante, ansiedad o depresión, siendo el más frecuente el trastorno por déficit de atención o hiperactividad (TDAH)».
¿Qué es el trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF)?
Se refiere a aquellas anomalías físicas, mentales o cognitivas que puede desarrollar una persona que estuvo expuesta al alcohol durante su gestación.
Por ejemplo, el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) aparece en los primeros años de vida. Con él vienen malformaciones morfológicas, retraso en el crecimiento y déficit de atención.
Estos problemas pueden permanecer toda la vida y podrían atenuarse con una atención adecuada a las personas con TEAF y sus familias.
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