Los brotes epidémicos pueden traer lo mejor o lo peor de la gente. Estigmatizar individuos o naciones enteras no hace otra cosa que dañar la respuesta al brote
“El número de nuevoscasos reportados en China se ha estabilizado en la última semana, pero esto tiene que interpretarse con extremada cautela. Este brote puede ir en cualquier dirección todavía”, explicó en una rueda de prensa el director general de la Organización Mundial de la Salud.
El doctor Tedros Adhanom Gebreyesus indicó que el número de casos reportados hasta hoy asciende a 44,730 en China, donde han muerto mil 114 personas, mientras que fuera de esa nación ha habido 441 en 24 países, con un fallecido, sin que haya habido propagación a otros países desde el 4 de febrero.
Acerca de las predicciones hechas sobre algunos epidemiólogos de que el virus podría remitir en abril, el doctor Michael Ryan, del programa de emergencias de la OMS, advirtió de la necesidad de ser muy cautelosos.
“La estabilización de los casos en los últimos días es muy tranquilizadora y se debe en gran medida a una enorme operación sanitaria pública en China. Pero es muy difícil de predecir. Vemos, definitivamente, que el comportamiento del virus fuera de Wuhan y Hubei (la ciudad y provincia chinas más afectadas) no parece ser tan agresivo o acelerado. Y eso es una buena señal que nos da la oportunidad para prepararnos y reaccionar. Y una oportunidad para contener y, potencialmente, interrupir la transmisión del virus”, explicó el especialista.
“Pero esto no está garantizado, por lo que tenemos que continuar intentando detener el virus mientras preparamos a los países para la llegada del virus, incluso si parece contradictorio, pero no es una contradicción”, añadió Ryan.
Tedros explicó que de los 48 nuevos casos que se informaron ayer fuera de China, 40 lo fueron a bordo del crucero Diamond Princess, que está en cuarentena en Japón.
Después, anunció que Camboya ha aceptado la entrada de otro crucero, que no tenía reportado ningún caso de coronavirus COVID19 y que llevaba varios días en espera de poder atracar en algún puerto. Tras dar las gracias al país, dijo que este es un ejemplo de la solidaridad internacional que había estado reclamando estos días.
“Los brotes epidémicos pueden traer lo mejor o lo peor de la gente. Estigmatizar individuos o naciones enteras no hace otra cosa que dañar la respuesta (al brote). En lugar de concentrar toda nuestra energía en responder al brote, el estigma desvía nuestra atención y vuelve a la gente los unos en contra de los otros. Lo digo de nuevo es un tiempo para solidaridad no de estigma”.
El jefe de la Organización Mundial de la Salud informó también de que ha concluido la reunión que se ha celebrado en Ginebra para diseñar un plan maestro para el tratamiento del virus y para estudiar cómo hacer frente al COVID19.
Tedros dijo que estaba alentado por el coraje y el espíritu con el que la comunidad científica ha aceptado este nuevo desafío.
Cerca de 300 científicos e investigadores de un gran número de disciplinas han tratado diversos aspectos del brote del coronavirus y formas para poder controlarlo, lo que incluye:
- establecer el origen del virus, su forma de transmisión y su diagnóstico
- investigar las condiciones animales y medioambientales del origen del virus
- estudios epidemiológicos
- caracterización clínica y gestión de la enfermedad causada por el virus
- prevención de la infección y control, así como protección de los trabajadores sanitarios
- cuestiones éticas relacionadas con la investigación
- integración de las ciencias sociales en la respuesta al brote
A varias preguntas de los periodistas poniendo en duda la gestión del brote por parte de las autoridades chinas y las alabanzas de los responsables de la Organización Mundial de la Salud a esa gestión, Tedros y Ryan dieron varios ejemplos que muestran que la respuesta por parte de las autoridades chinas es digna de alabanza y de gran envergadura.
“Bajo las leyes sanitarias internacionales, cuando la Comisión de Sanidad de Pekín fue consciente de la situación de Wuhan, notificó inmediatamente a la Organización Mundial de la Salud. En muchos países hay sistemas de vigilancia puestos en marcha debidos a la gripe y, obviamente, es muy difícil detectar la señal de un acontecimiento inusual. La verdad es que este acontecimiento fue detectado por un mecanismo de vigilancia diseñado específicamente para identificar una neumonía atípica e inusual”, explicó Michael Ryan.
“Identificar 41 casos de neumonía en una población de 23 millones de personas en medio de una temporada de gripe es como buscar una aguja en un pajar y ellos la encontraron”.
