En 2018 se publicaron en el Diario Oficial las enfermedades que ocasionan gastos catastróficos y que puede llevarte a la quiebra financiera, como la leucemia, aneurisma o infarto cerebral
Se dice que contratar una póliza de gastos médicos mayores es caro, pero ¿cuánto gastarías por salvar la vida de tus familiares?.
El año pasado se publicaron en el Diario Oficial, las enfermedades que ocasionan gastos catastróficos y que puede llevarte a la quiebra financiera, algunas de ellas son:
· Leucemia, más frecuente en niños (cáncer de los tejidos que forman la sangre en el organismo, incluso la médula ósea y el sistema linfático)
· Síndromes mielodisplásicos (cánceres en los que células sanguíneas inmaduras en la médula ósea no maduran)
· Tumores malignos
· Infarto cerebral
· Aneurisma
· Politraumatismo
· etc
Estos padecimientos tienen gastos mayores a un millón de pesos, las cuentas dependen de los hospitales y los médicos que consulten, pero sin duda te pueden llevar a vender tu casa para pagar el tratamiento de un ser querido.
Existe el mito de que las aseguradoras no pagan, pero en realidad los contratos son claros sobre el alcance de la cobertura desde el momento de la contratación, el problema es que muy pocas personas se toman el tiempo de leer el contrato antes de firmarlo.
Entonces, ¿Qué debo saber antes de contratar mi póliza?
1. Los seguros se contratan cuando estoy sano.
Es muy difícil pensar en prevención cuando tenemos gastos que nos generan recompensa y satisfacción inmediata, ¿Quién prefiere pagar un seguro que irse de vacaciones?. El problema es que si lo contratas ya enfermo, no cubrirán la enfermedad, porque ¿quién te aseguraría una casa ya quemada o un auto ya chocado?, es lo mismo. Los seguros cubren situaciones futuras al momento de la contratación, no eventos presentes.
2. Piensa a largo plazo
Cuando nos cotizan algún producto o servicio pensamos en nuestro presupuesto de ese año, para lo que nos alcanza; sin embargo en gastos médicos tienes que pensar en lo que pagarás en 10 o 20 años, las pólizas de gastos médicos nunca son más baratas que el año anterior y mientras más viejitos seamos más las necesitaremos y más pagaremos, si la inflación del sector salud es alrededor del 12%, imagina que hoy tienes una cotización de $20,000 si le sumas ese 12% anual, en 10 años pagarás más de $50,000 pesos y 20 más de $150,000. Contrata algo conservador que puedas mantener cuando más lo necesites.
3. Una póliza es un matrimonio, en la salud y en la enfermedad
Una vez que ya usaste la póliza, ninguna otra aseguradora te va a cubrir ese padecimiento, así que si te hace ojitos el de junto con un costo menor, considéralo bien porque te puede salir más caro el caldo que las albóndigas, incluso si conseguiste trabajo y te ofrecen la prestación, que te dejen por escrito que cubrirán las enfermedades actuales (tuyas y de tu familia), es un error común en las empresas.
4. Los seguros se contratan esperando no usarse
Sé que suena extraño comprar algo que no usarás, por supuesto que nadie quiere enfermarse, pero si pasa, sabes que tienes un respaldo. Hay personas que llevan años pagando su póliza de gastos médicos y como no la han usado, deciden cancelarla, tiempo después regresan porque algo les ocurrió y quieren recuperar su cobertura, pero como mencioné en el punto anterior, no se cubrirá, es como empezar de ceros.
5. Ve con los mejores
Hay muchos agentes de seguros, y como en todas las profesiones, hay unos mejores que otros. Asegúrate de que sea un profesional, que responda todas tus preguntas, que la aseguradora que representa tenga una buena reputación y red médica, que tenga varios años de experiencia, pídele las condiciones generales del producto que te está vendiendo, ahí viene las letras chiquitas (exclusiones), aunque ya las ponen en grande y con negritas. Tu agente te acompañará por muchos años en los momentos de enfermedad, tienes que sentirte seguro de que te respaldará en un momento difícil.
Así que ya sabes, nunca estamos exentos de una enfermedad o accidente, ojalá que tu póliza pase guardada mucho tiempo, pero dormirás tranquilo sabiendo que tienes un contrato que te protege.
Por Maryela Aguilar
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