Para los niños que usan cigarrillos electrónicos, el porcentaje de padres que lo sabían o sospechaban es de alrededor del 40%, según la publicación
De acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Pediatrics, los padres tienen menos probabilidades de saber o sospechar si sus hijos “vapean” (utilizan cigarrillos electrónicos) o usan otros productos de tabaco que cuando fuman cigarrillos.
Aproximadamente, el 70% de los padres y tutores de menores de edad que fuman informaron que lo sabían o lo sospechaban. No obstante, para los niños que usan cigarrillos electrónicos, el porcentaje de padres que lo sabían o sospechaban es de alrededor del 40%, según la publicación.
El Dr. Benjamin Chaffee, autor principal del estudio y profesor asociado de la Facultad de Odontología de San Francisco de la Universidad de California (UCSF) apunta que “cuando los padres piensan en el tabaco, muchos se imaginan fumando un cigarrillo, pero es posible que otros productos de tabaco y nicotina no se les ocurran”.
El problema, dice Chaffee, es que “los cigarrillos electrónicos, en particular, pueden parecer un dispositivo tecnológico y no producen un olor duradero”. Asimismo, apunta que otros tipos de productos de tabaco con mayor probabilidad de pasar desapercibidos son los combustibles que no son cigarrillos o el tabaco sin humo.
En este contexto, se asegura la mayoría de los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“Cualquier uso de tabaco o nicotina por parte de los niños es preocupante. Cualquier producto que libera nicotina tiene un alto riesgo de adicción. La exposición a la nicotina es particularmente preocupante para los adolescentes, cuyos cerebros aún se están desarrollando”, asegura Chaffe
El estudio de la UCSF utilizó datos representativos a nivel nacional de la Evaluación de la Población sobre el Tabaco y la Salud (PATH); asimismo, realizó un seguimiento de más de 23 mil jóvenes entre los 12 y 17 años.
Los padres y tutores eran más propensos a saber o sospechar que su hijo usa tabaco o productos de nicotina si el niño era mayor, varón, blanco y vivía con un consumidor de tabaco, apunta el estudio.
Además, el análisis encontró que los padres con niveles más bajos de educación eran más propensos a saber o sospechar que su hijo usaba tabaco o productos de nicotina. En adición, se identificó que las madres eran más conscientes que los padres.
Otro enfoque del estudio fue el papel de las reglas del hogar en relación con el consumo de tabaco. Los niños que viven en hogares con reglas más estrictas sobre el consumo de tabaco para niños y adultos, así como visitantes, invitados y trabajadores, tenían entre un 20% y un 26% menos de probabilidades de empezar a consumirlo.
“Los padres son modelos a seguir para sus hijos. Lo primero que pueden hacer los padres es no consumir productos de tabaco por sí mismos. Para los padres que aún intentan dejar de fumar, pueden asegurarse de que el hogar siempre sea un espacio libre de tabaco”, dijo Chaffee
También se encontró que las reglas y expectativas establecidas en la casa eran más efectivas que simplemente hablar con los niños sobre no consumir tabaco.
“Si bien descubrimos que hablar con los niños solos no era tan efectivo como en hogares sin tabaco, todavía creemos que los padres deben entablar una comunicación clara y de alta calidad con sus hijos sobre el tabaco y el vapeo”, concluyó Chaffee
*Con información de CNN
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