El dolor en articulaciones y deformación de las manos pueden significar el padecimiento de artritis o artrosis; conoce las diferencias
La deformidad en los dedos de las manos es un problema común que muchas veces está relacionado con la edad y el envejecimiento, pero no siempre es así.
Es importante mencionar que estas enfermedades reumáticas provocan dolor y que afectan a una o varias articulaciones, y que con el tiempo se ha comprobado que son más comunes en mujeres que en hombres.
La diferencia que hay entre la artritis reumatoide y artrosis se basa en que, la artrosis u osteoartritis, aparece por un desgaste del cartílago de la articulación, muchas veces asociado al paso de los años.
Aunque también puede acelerarse por una lesión o infección de las articulaciones, ya que el cartílago amortigua los extremos de los huesos, permitiendo un movimiento articular casi sin fricción.
En contraste, la artritis reumatoide es un trastorno inmunitario, donde el propio sistema ataca por error el tejido sano de las articulaciones, afectando su revestimiento y causando una hinchazón dolorosa que puede llevar a la deformidad de las articulaciones.
Asimismo, a diferencia de la primera, la artritis no sólo daña las articulaciones, también puede causar problemas en el corazón, los pulmones, los nervios, los ojos y la piel.
El reumatólogo, Jorge Gordillo de la Clinica Vespucio en Chile, señala que la artrosis afecta a más del 80 por ciento de las personas mayores de 60 años en, al menos, una articulación. Mientras que la artritis reumatoide es más frecuente entre los 25 y 45 años.
En cuanto a las causas explica que en la artrosis se consideran el peso corporal, la herencia, los traumatismos a repetición, tipo de trabajo y lesiones deportivas, mientras que en la artritis reumatoide son determinantes la carga genética, el género, el peso y el tabaquismo.
Entre los síntomas principales de la artritis reumatoide, se encuentran la rigidez articular, sensibilidad e hinchazón y claro la deformidad de los dedos de las manos, causada por el daño al revestimiento de las articulaciones.
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De acuerdo a la Arthritis Foundation, cuando esta inflamación persiste, no se trata o no responde bien al tratamiento, puede causar la destrucción de cartílago, hueso, tendones y ligamento, provocando las deformidades de las coyunturas.
Cabe destacar que la artritis reumatoide no tiene cura, pero su diagnóstico y tratamiento oportuno permiten detener o retrasar el daño articular, además de que se logra aliviar el dolor y la inflamación.
La artrosis u osteoartritis ocurre porque con el uso habitual o sobreuso de las articulaciones el cartílago se desgasta. Por su parte, la Arthritis Foundation, explica que en esta enfermedad es común la aparición de protuberancias óseas o nódulos, que de acuerdo a su ubicación reciben diferentes nombres.
Las que aparecen en las articulaciones distales, se llaman nódulos de Heberden, y las de las articulaciones medias, nódulos de Bouchard.
De acuerdo a los expertos, la artrosis se puede manifestar de manera diferente entre cada individuo, en algunos casos hay enrojecimiento, hinchazón, dolor y sensibilidad, mientras en otros las protuberancias aparecen gradualmente, incluso sin dolor.
Afortunadamente, pese al dolor, la mayoría que llega a padecer esta enfermedad mantiene el uso de sus manos y muchas veces no presentan problemas serios, sin embargo, es importante tratarlos con ejercicios, tablillas que prevengan la deformidad y medicamentos para el dolor e inflamación.
Al igual que la artritis reumatoide , la artrosis no se puede curar, solo es posible controlar los síntomas y retrasar su avance. En casos severos se puede recurrir a la cirugía para tratar el daño en algunas articulaciones.
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CAB
