Hay una serie de razones que explican por qué un alimento descongelado no se debe volver a congelar
La congelación de los alimentos representa un gran avance para la sociedad, ya que permite conservar por periodos largos alimentos que de otra forma solo estarían disponibles durante su estación.
Pero existen algunos factores que deben tenerse en cuenta al descongelar el alimento, ya que podría ser peligroso volver a congelar esa comida.
Cuando un alimento alcanza los -18º C sus microorganismos dejan de reproducirse, por lo que es posible almacenarlo por semanas e incluso meses. Es la temperatura necesaria para congelar la comida, pero este proceso debe hacerse con rapidez.
Sucede que cuando vas a congelar un alimento, toda el agua que contiene pasa a estado sólido, ocupando más masa, y generando que las paredes de las células que contiene el alimento se rompan.
Pero si este proceso se realiza rápidamente, las paredes se rompen menos, y sucede lo contrario si el proceso de congelación es lento.
Cuando lo anterior sucede, la comida pierde propiedades fundamentales como el sabor, el olor y la textura. Por esta razón, cuando se congela rápidamente, el hielo no tiene tiempo de crecer y, por tanto, es menos probable que se rompan las células.
Este proceso sirve para la mayoría de los alimentos, sin embargo la fruta fresca y las grasas no toleran bien la congelación.
Por otro lado, para congelar correctamente el alimento es mejor trozarlo en pequeñas piezas, para lograr el punto de congelación más rápido, sin perder las propiedades que mencionamos.
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Como ya explicamos al congelar un alimento se inhiben sus microorganismos, sin embargo, cuando lo descongelamos, los microorganismos vuelvan a activarse, pero ya no igual que antes, sino con mayor proliferación.
Sucede que, con la descongelación, el agua que contiene el alimento se convierte en un medio ideal para que se multipliquen los microorganismos. Esta es la razón principal para no volver a congelar un alimento, ya que tendrá mucha más carga microbiana que la primera vez que se congeló.
Además, el alimento ya ha perdido algunas de sus estructuras internas, que se rompieron al congelarse. La misma comida es ahora incapaz de volver a retener los nutrientes que acaba de perder cuando se descongeló, a través del agua.
Si te preguntas por qué no volver a congelar la comida, también debes saber que ya ha perdido textura. Cuando se descongela un alimento, este suelta una gran cantidad de líquido y cada vez que se somete a estos cambios, el producto es más seco.
La única excepción para volver a congelar un alimento es en el caso de que lo hayas cocinado a más de 65 grados, ya que se eliminarán gran cantidad de bacterias y microorganismos que se estaban propagando al descongelarse.
Ya conoces por qué no debes volver a congelar un alimento que acabas de descongelar. Solo podrás hacerlo una vez, a menos que sometas al producto a una cocción intensa.
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CAB
