El estudio Global Burden of Disease Study 2016 estimó que las enfermedades bucales afectaban a la mitad de la población mundial, siendo las caries la condición más prevalente
Para beneficio de cerca de 2 millones de mexiquenses, inició en el Estado de México la Segunda Semana Nacional de Salud Bucal, en la que se reforzarán actividades preventivas y curativas a fin de reducir la incidencia de padecimientos bucodentales.
Así, promover desde la infancia los buenos hábitos de higiene, es la clave para tener adultos sanos, por lo que es muy importante la participación y suma de esfuerzos de las diversas instituciones del sector.
Como parte de la Segunda Semana Nacional de Salud Bucal, se realizan acciones intramuros y extramuros, como detección de placa bacteriana, instrucción en la técnica de cepillado y uso de hilo dental, así como aplicación de barniz con flúor, revisión de tejidos bucales, entre otras.
De igual manera, del 4 al 9 de noviembre se contempla la colocación de selladores de fosetas y fisuras, además de la realización de profilaxis y aplicación tópica de flúor, a ello se suman actividades curativas como extracciones temporales y permanentes, cirugía bucal, obturaciones con amalgamas o resina y terapia pulpar, por mencionar algunas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud bucal como “un estado libre de dolor crónico en la boca y la cara, cáncer oral y de garganta, infección oral y llagas, enfermedad periodontal (de las encías), caries, pérdida de dientes y otras enfermedades y trastornos que limitan la capacidad de un individuo en morder, masticar, sonreír, hablar y el bienestar psicosocial.
El estudio Global Burden of Disease Study 2016 estimó que las enfermedades orales afectaron al menos a 3,58 mil millones de personas en todo el mundo, siendo la caries de los dientes permanentes la más frecuente de todas las afecciones evaluadas.
A nivel mundial, se estima que 2,400 millones de personas padecen caries de dientes permanentes y 486 millones de niños sufren caries de dientes primarios.
La carga de las enfermedades orales y otras enfermedades no transmisiblespuede reducirse mediante intervenciones de salud pública al abordar los factores de riesgo comunes.
Éstos incluyen:
- promoviendo una dieta bien balanceada:
- bajo en azúcares libres para prevenir el desarrollo de caries dental, pérdida prematura de dientes y otras enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta;
- con una ingesta adecuada de frutas y verduras, que puede tener un papel protector en la prevención del cáncer oral;
- reducir el tabaquismo, el uso de tabaco sin humo, incluida la masticación de las nueces de areca, y el consumo de alcohol para reducir el riesgo de cáncer oral, enfermedad periodontal y pérdida de dientes; y
- Fomentar el uso de equipos de protección al hacer deporte y viajar en vehículos motorizados para reducir el riesgo de lesiones faciales.
Además de los factores de riesgo comunes de las enfgermedades no transmisibles, se debe abordar la exposición inadecuada al fluoruro y una serie de determinantes sociales de la salud para prevenir enfermedades orales y reducir las desigualdades en la salud oral.
La caries dental puede prevenirse en gran medida manteniendo un nivel bajo constante de flúor en la cavidad oral. El fluoruro óptimo se puede obtener de diferentes fuentes, como agua potable fluorada, sal, leche y pasta de dientes. Se debe alentar el cepillado de los dientes dos veces al día con pasta dental que contenga flúor (1000 a 1500 ppm).
La exposición a largo plazo a un nivel óptimo de fluoruro da como resultado una incidencia y una prevalencia de caries dental considerablemente más bajas en todas las edades.
Las desigualdades en salud oral deben reducirse abordando los determinantes sociales más amplios a través de una gama de políticas complementarias aguas abajo, aguas intermedias e aguas arriba integradas, tales como: fluoración del agua; regulación de la comercialización y promoción de alimentos azucarados para niños e impuestos sobre bebidas azucaradas.
Además, promover entornos saludables como ciudades saludables, lugares de trabajo saludables y escuelas promotoras de la salud es fundamental para crear entornos de apoyo integrales para promover la salud bucal.