Factores que se relacionan con el miedo a los truenos son: su gran capacidad auditiva o inseguridades que no fueron trabajadas a nivel psicológico.
Las tormentas pueden ocasionar ansiedad en un perro. Con la lluvia, destellos de luz y la caída de la presión atmosférica algunos canes comienzan a comportarse de manera extraña, desde esconderse detrás de un mueble, rascarlo, o bien, gemir, ladrar y hasta orinarse.
Algunos consejos para calmarlo son:
Evitar los castigos y el exceso de mimos:
Si se le castiga, la ansiedad del animal podría incrementar, dado que no sólo tendrá que lidiar con el miedo al trueno, sino también con los regaños y sanciones.
Tampoco se aconseja acariciarlo ya que asociará que su conducta ansiosa tiene como premio los cariños de su compañero humano.
Lugar seguro:
Brindarle al perro un sitio acogedor en el que se sienta protegido, puede ser, por ejemplo, bajo una cama o una silla; el objetivo es que el ruido se amortigüe. Para animarlo a refugiarse en determinada zona pueden dejarse algunas golosinas.
Cabe destacar que el escondite no soluciona de raíz la ansiedad, para ello es necesario canalizarlo con un veterinario o un especialista en conducta de mascotas.
Insensibilización al sonido:
Este último punto se basa en acostumbrar a un perro al sonido del trueno, esto se consigue reproduciendo una imitación del ruido a bajo volumen y en repeticiones cortas.
Durante el ejercicio, intentar distraerlo con juguetes o en alguna actividad interesante. En caso de que el perro se muestre muy asustado, repetir en otra ocasión; cabe señalar que el proceso requiere de mucha paciencia.
Contenido relacionado:
Por la cuarentena, uno de cada tres niños experimenta ansiedad y trastornos en el sueño
VIGA