Por Alejandro Cárdenas.
Esa tan molesta presencia durante las noches en tu recámara, cuando no puedes conciliar el sueño debido al zumbido de un mosquito, a su agudo piquete con inyección de irritantes que despierta de inmediato una desesperante comezón, que conforma te rascas, mas se irrita y más molesta, hasta que finalmente localizas al intruso y lo eliminas, lo expulsas o lo intoxicas con insecticida sufriendo tu también las consecuencias de éste último acto, así como todo el entorno que te rodea, lo que despertará un reclamo ecológico en tu conciencia.
De una manera u otra, la presencia de los mosquitos no solo nos desagrada porque se alimenta de nuestra sangre e inyecta irritantes, sino, porque también puede liberar en nuestro organismo Virus o Plasmodios que producirán enfermedades de reconocida mala reputación, entre ellos el Dengue, el Paludismo, el Chincungunya, Virus asociados a Encefalitis, el Zika, el Virus del Nilo y la Fiebre Amarilla.
Realmente cada vez más nos mostramos temerosos de las enfermedades que por este vector pueden ser transmitidas a nuestro organismo e irremediablemente hemos de tomar medidas para el exterminio de estas plagas y de quienes las transmiten.
Sin embargo no hay batalla más aguerrida y poco exitosa que la batalla en contra de los mosquitos, durante décadas hemos tratado de eliminarlos, limitarlos, exterminarlos y erradicarlos sin éxito y con gran frustración, porque cada vez más nos asombra su capacidad de irse adaptando a los diferentes hábitats abarcando con gran eficiencia las zonas de su dominio y la posibilidad de transmisión de virosis.
Hemos drenado los pozos, evitado el estancamiento de agua, revisado los tinacos, verificado los depósitos de los escusados y rociado ríos, lagos, lagunas y arroyos con insecticidas sin éxito. El mosquito persiste siendo el animal más peligroso sobre la tierra con riesgo de empeorar su reputación debido a su área de expansión por el sobrecalentamiento y los viajes internacionales.
Una nueva arma ha surgido que consiste en la modificación del DNA con los consabidos riesgos de modificar la genética de un ser vivo que llevó millones de años, pudiendo esto resultar contraproducente y mucho más peligroso.
Los científicos consideran que si se modifica el DNA con la nueva herramienta CRISPR-Cas-9 se restará capacidad reproductiva, número de hembras de la especie y virulencia a los mosquitos modificando su capacidad de transmitir enfermedades. Si limitamos el número de hembras de la especie que son las que pican, entonces poco a poco irá desapareciendo la especie hasta ser eliminada.
Zhou Yin del laboratorio Yunnan Key en China ha realizado experimentos en macacos haciendo implantes de DNA en el código de su genoma, lo ha hecho también en vacas y en pollos, así como en el genoma de champiñones y del trigo, adicionándoles rasgos genéticos benéficos para cada especie, sin embargo las consecuencias finales se desconocen, así como la replicación de estos seres vivos ahora con las modificaciones en el genoma.
Anthony James ha estudiado a los mosquitos por 30 años, conoce 3500 especies de mosquitos, pero en su interés, solo están unos cuantos que son extremadamente mortíferos como el Anopheles Gambiae que transmite el plasmodio de la Malaria resultando culpable de cientos de miles de muertes cada año.
James también conoce perfectamente el Aedes, refiere que llegó a América con los esclavos africanos en el siglo XVII, trayendo con él a la Fiebre Amarilla que ha acabado con la existencia de millones de personas, actualmente este mismo mosquito transmite enfermedades como el Dengue a 400 mil personas cada año, así como Chicungunya, Virus del Nilo y Zika.
A través de la herramienta CRISPR cas-9 se puede manipular el DNA de cualquier ser vivo, borrando, adicionando o reajustando la secuencia de los ácidos nucléico con alta precisión a través de una herramienta de corte diseñada con RNA.
Esta herramienta CRISPR refiere A. James, puede editar el genoma de los mosquitos usando un comando genético implantado para que sea definitivo el cambio y evitar la transmisión de enfermedades.
El futuro en este campo es promisorio se piensa que se puede erradicar el SIDA con este mecanismo del DNA de los seres humanos y ya se realizan desde 2016 experimentos e investigaciones con esta finalidad.
Por lo pronto estos mosquitos están siendo modificados para ser liberados en diferentes hábitats.