Si perteneces al 86% de trabajadores que desarrollan su jornada laboral dentro de una oficina, tu trabajo puede tener un efecto adverso para tu salud
Muchos trabajos pueden ser peligrosos para tu salud. Algunos empleos, como la minería o el de bombero, conllevan riesgos de sobra conocidos relacionados con enfermedades, tanto a corto como a medio y largo plazo, como daños corporales. Otros trabajos parecen en principio seguros, pero pueden representar un riesgo para tu salud en general si te exponen a materiales peligrosos.
Sin embargo, al comprender los peligros y tomar medidas preventivas para mitigar el riesgo, los trabajadores pueden reducir sus posibilidades de contraer enfermedades.
Pilotos
Según un análisis publicado en la revista JAMA Dermatology, los pilotos pueden estar expuestos a niveles de radiación ultravioleta superiores a la media en su trabajo.
Se sabe que la exposición a la radiación UV aumenta el riesgo de cáncer de piel. Sentarse durante una hora en la cabina de un avión en pleno vuelo puede exponer la piel a la misma cantidad de rayos UVA que broncearse en una cabina durante 20 minutos, según el citado estudio.
Socorristas
Los socorristas también pueden sufrir daños en la piel en el trabajo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha concluido que los rayos UV del sol son más fuertes entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Durante esas horas, la organización recomienda que las personas limiten la exposición al sol y apliquen libremente protector solar de al menos SPF 15.
La Asociación de Socorristas del Condado de Los Ángeles, que representaba a 120 personas a tiempo completo y 600 a media jornada en ese momento, impulsó programas en la década de 1990 para detectar el cáncer de piel entre sus empleados después del fallecimiento de uno de ellos debido a un melanoma, según publicó Los Angeles Times.
A día de hoy, aún organizan una recaudación de fondos anual para financiación y para crear conciencia sobre el cáncer de mama y piel, ya que según dicen ha tenido un gran impacto en su personal.
Cualquier trabajo de oficina
Si perteneces al 86% de trabajadores que desarrollan su jornada laboral dentro de una oficina, tu trabajo puede tener un efecto adverso para tu salud. Un estudio de 2009 descubrió que las personas que pasaban más tiempo sentadas tenían tasas más altas de cáncer y mortalidad general, incluso cuando hacían algo de ejercicio diario.
La Sociedad Americana contra el cáncer también ha descubierto un vínculo entre los largos períodos de inactividad y esta enfermedad. La organización dice que las personas que pasan “tiempo libre prolongado sentadas”, refiriéndose a más de 6 horas al día, tienen una tasa de mortalidad un 19% más alta en comparación con las que se sientan durante una media de 3 horas al día.
Ese número incluye todas las causas de muerte, pero no necesariamente significa que sentarse directamente cause cáncer u otras enfermedades, ya que es probable que los enfermos se muevan menos.
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Esteticistas
Todo el mundo sabe que los salones de uñas tienen vapores fuertes. De hecho, los estudios han demostrado que pueden albergar más químicos que causan cáncer que los talleres de vehículos o las refinerías de petróleo. Un estudio publicado este año en la revista Environmental Pollution descubrió que el benceno, una sustancia química cancerígena, puede estar presente en muchos de estos salones. Los investigadores predijeron que los trabajadores del salón de uñas analizados en su estudio tendrían un mayor riesgo de cáncer debido a su exposición.
“Es una investigación pequeña, pero si es representativa, es muy preocupante. La leucemia no es tan común, pero si el riesgo aumenta tanto, ya no estaríamos hablando de un pequeño número de casos”, comentó Brian Christman, portavoz de la American Lung Association, a Forbes.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de los Estados Unidos (OSHA) recomienda que los salones estén bien ventilados y tengan suficiente flujo de aire. Además sugiere que los trabajadores usen camisas de manga larga, guantes y máscaras para protegerse de los químicos en los esmaltes y astringentes.
Granjeros y otros trabajadores agrícolas
A los agricultores y sus familiares se les diagnostican ciertos tipos de cáncer en un porcentaje más alto de lo normal, comparados con personas de otras profesiones, y los investigadores creen que esto puede deberse a una mayor exposición a los pesticidas.
Un estudio de 2011 realizado en Iowa y Carolina del Norte, en Estados Unidos, descubrió que la tasa de cáncer de próstata era más alta entre estos trabajadores que otros residentes de esos estados; de hecho, los agricultores y las personas expuestas a los pesticidas tenían un 20% más de probabilidades de padecer cáncer de próstata.
Otro estudio de 2013 publicado en la revista American Journal of Epidemiology también encontró asociaciones significativas entre el cáncer de próstata agresivo y los insecticidas comunes.
Igualmente se ha demostrado que el glifosato químico, que la compañía agrícola Monsanto (ahora Bayer) usa en su herbicida Roundup, está asociado al riesgo de cáncer cuando se usa sin la protección adecuada. Los jardineros Alva y Alberta Pilliod, junto con otros usuarios de Roundup, han demandado a la compañía alegando que la sustancia química desempeñó un papel en su linfoma no Hodgkin (NHL).
Bomberos
13 trabajos que aumentan las posibilidades de sufrir cáncer
No sorprende que los bomberos trabajen en condiciones peligrosas y potencialmente letales. Pero pueden experimentar efectos adversos para la salud mucho después de quitarse los trajes debido al humo que inhalan.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) de los Estados Unidos estudió hace poco el riesgo de cáncer entre los bomberos. Llegaron a la conclusión de que los bomberos se enfrentan a un aumento del 9% en los diagnósticos de cáncer y otro del 14% en las muertes relacionadas con el cáncer en comparación con el resto de la población.
Las sustancias tóxicas y cancerígenas presentes en el humo incluyen acroleína, monóxido de carbono y formaldehído. Por ese motivo, estos trabajadores intentan evitar respirar humo, siempre usan el equipo apropiado y pasan por un proceso de descontaminación después de abandonar un incendio.
Pintores
Los pintores pueden estar expuestos a los vapores de la pintura, que pueden contener productos químicos como el benceno, relacionado con el riesgo de leucemia y linfoma. El arsénico también se encuentra en algunas pinturas, y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer lo clasifica como cancerígeno para los humanos.
Por lo tanto, los pintores que no usan máscaras protectoras y otros equipos podrían desarrollar ciertos tipos de cáncer. Un estudio realizado en Nueva Zelanda descubrió que estos trabajadores pueden tener un mayor riesgo de mieloma múltiple y tumores en la vejiga o los riñones.
Fabricantes de caucho
Según una investigación publicada en la revista Occupational and Environmental Medicine los trabajadores de la industria del caucho tienen más riesgo de padecer cáncer de vejiga, de pulmón y leucemia que la población general.
Trabajadores de la construcción
El amianto puede representar una seria amenaza para los trabajadores de la construcción, y los efectos nocivos de la exposición de este material pueden no aparecer durante años.
Se utilizaba, entre otras cosas, para el aislamiento de tuberías, baldosas y tejas para techos. Por ello la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de los Estados Unidos considera que el riesgo de enfermedades relacionadas con el amianto en los trabajadores de la construcción es motivo de preocupación.
La exposición a esta sustancia puede conducir a una serie de daños, según este organismo, que incluyen cáncer de pulmón, mesotelioma y cáncer gastrointestinal.
Trabajadores de funerarias y enterradores
Los conservantes, especialmente el formaldehído, son parte del trabajo de enterradores y operadores funerarios.
“El formaldehído es el producto perfecto para la fijación y la conservación a corto plazo”, explica al New York Times Debbie Dodge, presidenta de Dodge Company, que comercializa fluidos de embalsamamiento para funerarias. “Reafirma el tejido corporal más que cualquier producto que no lo contenga”.
Con el fin de combatir las posibles consecuencias de respirar los humos de formaldehído, incluido un mayor riesgo de cáncer, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional requiere en los Estados Unidos que los trabajadores de funerarias controlen la exposición a esta sustancia.
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CAB