El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. En 2018, se registraron 18.1 millones de nuevos casos de cáncer en el mundo y 9.6 millones murieron a causa de la enfermedad
Un grupo de investigadores italianos descubrió un conjunto de genes que permitirán predecir el riesgo individual de metástasis en el cáncer de mama, lo que ayudará a brindar tratamientos personalizados y oportunos.
Además, se podrán adaptar las terapias médicas y quirúrgicas de acuerdo con el riesgo efectivo que presente cada paciente de desarrollar metástasis en el futuro, según la investigación, realizada por el Instituto Europeo de Oncología y la Universidad de Milán, bajo la coordinación de los expertos Pier Paolo Di Fiore y Salvatore Pece.
En la actualidad se llevan a cabo estudios de validación de la eficacia clínica de la firma molecular, un paso indispensable, explican los investigadores, para la introducción de este método en la práctica clínica en los próximos años.
“La nueva firma, compuesta por 20 genes, mide el grado de ‘células madre’ presentes en el tumor primario, que depende tanto del número como de la agresión biológica de las células madre del cáncer”, indicó Di Fiore.
“Es decir, aquellas células madre que se encuentran en el origen de la enfermedad tumoral y se cree que también es responsable de la formación de metástasis a lo largo del tiempo, resistiendo a los tratamientos quimioterapéuticos y hormonales comunes”, explicó.
“Esta firma molecular es una herramienta para estimar el riesgo metastásico, más confiable que los parámetros clínico-patológicos que se usan hoy en día en la práctica clínica para determinar la gravedad de la enfermedad, predecir su pronóstico y, en consecuencia, elegir la ruta terapéutica más adecuada para cada paciente que padece cáncer de mama”, dijo Di Fiori.
“El principal problema por el cual los parámetros clínico-patológicos comunes no siempre son precisos para predecir el riesgo real de metástasis es que se observan las características de toda la masa tumoral, como el perfil hormonal o el nivel de proliferación, en lugar de la rara subpoblación de células madre cancerosas que se esconden dentro de los tumores”, detalló Pece.
Uno de los siguientes pasos será “estudiar nuevos medicamentos, capaces de actuar sobre uno o más de los genes que conforman nuestra firma molecular”, indicó Di Fiori.
“El objetivo es atacar a las células madre del cáncer precisamente en su potencial para desarrollar metástasis, con la posibilidad de nuevas terapias moleculares para erradicar la enfermedad tumoral. Esta cada vez más claro que las células madre del cáncer son un enlace vital en la lucha contra el cáncer de mama”, enfatizó.
Los resultados de la investigación, que siguió a dos mil pacientes con cáncer de mama durante unos 15 años en su tratamiento, está respaldada por la Asociación Italiana para la Investigación del Cáncer.
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. En 2018, se registraron 18.1 millones de nuevos casos de cáncer en el mundo y 9.6 millones murieron a causa de la enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).