Hipocondria 2.0, la preocupación extrema por la salud en la era digital

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Hipocondria 2.0, la preocupación extrema por la salud en la era digital
Hipocondria 2.0, la preocupación extrema por la salud en la era digital

La hipocondría es una preocupación extrema por la salud, de carácter patológico. Su característica esencial es el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, autodiagnosticada a partir de la interpretación errónea de unos síntomas, y el cibercondriaco es un hipocondríaco adaptado al entorno digital

La inclusión de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) en el ámbito sanitario está suponiendo una auténtica revolución en Sanidad. Internet es una fuente de información de muy fácil acceso que con los años ha ido adquiriendo un mayor protagonismo en la difusión masiva de contenidos de salud. En este contexto, la cibercondría supone un riesgo para el bienestar.

Seis de cada 10 internautas utilizan Internet para informarse sobre salud y el 85% acude a esta red informática como primera y única opción.

Los buscadores web y las redes sociales se han convertido en una especie de consulta médica extraoficial. Según el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONSTSI) las mujeres son las que más recurren a Internet para documentarse sobre temas de salud buscando, generalmente, asesoramiento sobre nutrición, alimentación y estilos de vida saludables (54.2 %); enfermedades diagnosticadas (52.1 %); síntomas (50.09 %)

La hipocondría es una preocupación extrema por la salud, de carácter patológico. Su característica esencial es el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, autodiagnosticada a partir de la interpretación errónea de unos síntomas.

El cibercondriaco es, pues, un hipocondríaco adaptado al entorno digital.

Su obsesión por su estado de salud sigue siendo la misma, lo único que difiere es la forma en que la manifiesta.

“En lugar de usar visitas físicas, la persona que padece cibercondría hace un uso excesivo de consultas digitales. Canaliza su preocupación a través de consultar Internet continuamente y ese es el gran problema, por que es mucho más accesible”, explica Guillem Serra, médico y matemático, que conoce de primera mano el mercado de eHealth y las nuevas empresas en el campo de la medicina.

Es tal la cantidad de información que circula por la red, que la capacidad de gestionar y filtrar la ingente cantidad de datos requiere gran destreza.

“El problema de buscar en Google es que fácilmente se exagera la gravedad de un síntoma. Un simple resfriado puede acabar siendo una patología de un cáncer”, apunta Guillem Serra que, consciente del riesgo de infoxicación en salud, nos ofrece algunas pautas acerca de cómo buscar información sobre salud de forma segura y beneficiosa.

  1. Hay información falsa, que se ha comprobado que es falsa y que el ojo crítico del internauta debería saber detectar.
  2. Hay información verídica, que aunque sea verídica, no se corresponde necesariamente con la sintomatología del internauta. Esta distinción requiere un ojo crítico más sutil ya que, a pesar de la rigurosidad científica de la fuente consultada, la falta de espíritu crítico hace que el paciente rápidamente asuma una patología como propia si cree tener varios de los síntomas.

Además, recomienda informarse a través de canales oficiales y, ante todo, “a la mínima que veas que estás buscando demasiado, antes de seguir con esta conducta, acude al médico a buscar una segunda opinión.”

 

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