Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), desde 1962 se han reportado en todo EUA 146 casos, de los cuales solo cuatro pacientes sobrevivieron
El Departamento de Salud de Florida indicó que el viernes 3 de julio, una persona en el condado de Hillsborough contrajo un tipo de ameba que puede provocar una infección mortal en el cerebro.
El comunicado no indicó dónde fue contraída la infección ni cuál es el estado del paciente. No obstante, dadas las consecuencias potencialmente letales de su contagio, recomendaron evitar el contacto nasal con agua de grifos, ríos, estanques, piscinas, aguas termales y canales.
“Recuerden, esta enfermedad es rara y las estrategias efectivas de prevención pueden permitir tener una temporada de verano segura y relajante”, indicó el Departamento de Salud de ese país.
Con el nombre científico Naegleria fowleri, la ameba “comecerebros” es un parásito unicelular. Típicamente se encuentra en aguas dulces templadas y estancadas, como lagos y lagunas, y puede entrar al organismo por la nariz.
Si bien las infecciones por Naegleria fowleri son extremadamente raras, la mayoría de los pacientes que las contraen mueren en una semana. Además, no es la primera vez que se detecta un caso en el territorio estadounidense. Otras infecciones han ocurrido en Texas, durante los meses de verano.
La N. fowleri habita en cuerpos de agua dulce templada, en los sedimentos depositados en el fondo, donde suele encontrar alimento; es decir, en sitios como parques de diversiones acuáticos o piscinas públicas.
La ameba se mueve en el agua y, como consecuencia, puede ser inhalada por alguien que esté nadando en los alrededores. Una vez en la nariz, invade los nervios olfatorios y migra hacia el cerebro, donde se alimenta de las células nerviosas y causa un peligroso trastorno llamado meningoencefalitis amebiana.
Cabe destacar que incluso cuando las infecciones por este microorganismo son extremadamente raras, más del 90% de las personas que las contrajeron han muerto. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), desde 1962 se han reportado en todo EUA 146 casos, de los cuales solo cuatro pacientes sobrevivieron.
Además, de ser sumamente letal (una vez que entra al organismo, el parásito provoca una rápida destrucción del tejido cerebral), se suma el hecho de que no existen tratamientos establecidos eficaces contra su infección.
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CAB
