La proteína implicada en la enfermedad de Parkinson, la a-sinucleína, está elevada en las células del melanoma
A primera vista, la enfermedad de Parkinson y el melanoma no parecen tener mucho en común. Sin embargo, durante casi 50 años, los médicos han reconocido que los pacientes con Parkinson son más propensos a desarrollar melanoma que la población general.
En este contexto, científicos del National Heart, Lung, and Blood Institute de Estados Unidos han encontrado un vínculo molecular entre las dos enfermedades en forma de agregados de proteínas conocidos como amiloides.
La proteína implicada en la enfermedad de Parkinson, la a-sinucleína, está elevada en las células del melanoma, según explica el líder del trabajo, Dexter Dean.
En la enfermedad de Parkinson, la a-sinucleína forma depósitos amiloides que se cree que matan a las neuronas productoras de dopamina en el cerebro, causando síntomas como temblores, movimientos lentos y demencia.
Aunque la investigación se ha centrado en los efectos de la a-sinucleína en el cerebro, se sabe mucho menos sobre su presencia o actividades en otros tejidos.
Aun así, los científicos encontraron pruebas de que la proteína formadora de amiloide se expresa más en las células del melanoma que en la piel sana.
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Además, hallaron que los niveles más altos de a-sinucleína en los melanocitos se correlacionan con una menor producción de pigmento, o melanina. Cabe destacar que la melanina protege la piel de los daños causados por los rayos ultravioleta del sol.
Dado que la a-sinucleína en las células de melanoma también puede encontrarse en su forma soluble, o no amiloide, los investigadores realizaron otros experimentos in vitro en los que añadieron a-sinucleína soluble al dominio RPT de Pmel.
Con esto, los expertos apuntaron que ahora hay datos preliminares que sugieren que un amiloide de una proteína puede ‘sembrar’ o modelar el amiloide de otra, y en la forma soluble, la a-sinucleína impide la agregación de Pmel.
Por lo tanto, los investigadores especulan que ambas formas de a-sinucleína podrían disminuir la biosíntesis de la melanina: la forma amiloide haciendo que Pmel forme una estructura retorcida inusual, y la forma soluble impidiendo que Pmel se agregue como debería.
Es decir, según explica Lee, que la pérdida de la pigmentación de la piel podría contribuir al aumento del riesgo de melanoma en los pacientes con la enfermedad de Parkinson.
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