Las neuronas que fueron nombradas como células del tiempo podrían servir para el estudio de enfermedades que afectan a la memoria
Un grupo de científicos descubrió que los recuerdos dependen de neuronas ubicadas en el hipocampo, y que quizás en el futuro puedan llegar a alterarse químicamente.
Estas nombradas provisionalmente “células del tiempo” se activan al momento de crear un recuerdo, o hacer consiente un recuerdo viejo. Al entender esto, quizás la posibilidad de manipular recuerdos, no es tan lejana.
Hasta ahora, estas células solo habían sido observadas en ratones. Sin embargo, un estudio confirmó que la memoria depende de un mecanismo celular. Es decir, que los recuerdos existen gracias a elementos físicos, realmente existentes en nuestro cerebro.
Este descubrimiento que ya se había realizado en ratones hace 10 años, fue comprobado ahora en humanos, gracias a un grupo científicos de las universidades de Texas Southwestern (UTSW), Columbia, Pensilvania y Thomas Jefferson, en EE.UU.
Estas células nos ayudan a comprender cómo se construye el contexto espacio-temporal en el cerebro”, explica Nadel Lynn, profesora emérita de Psicología y Ciencias Cognitivas de la Universidad de Arizona, a BBC Mundo.
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Estas células del tiempo se encargan de generar un ‘orden’ temporal, es decir, en representar la secuencia en la que las cosas ocurren. Nos sirven para poder ubicar en una línea temporal, que pasó primero y qué sucedió después.
El estudio se llevó a cabo con pacientes con Epilepsia, ya que, por esta condición, a muchos de ellos se les implantan electrodos en el cerebro. Esto permitió a los investigadores proponerles un juego de memoria, mientras ellos monitoreaban la actividad de sus cerebros.
Se les pidió a un total de 27 pacientes que leyeran una lista de 12 palabras durante 30 segundos. Luego, debían recordar la lista lo mejor posible, indicando el orden de las palabras.
Mientras los pacientes cumplían con el juego, los científicos registraban la actividad eléctrica del hipocampo de los pacientes, y pudieron identificar las zonas del cerebro que se activaban.
De esta forma llegaron a la conclusión de que las células de tiempo pueden marcar el orden de las cosas que recordamos. Estas neuronas son clave para nuestra memoria, y se encuentran en el hipocampo de nuestro cerebro.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista especializada Proceedings of National Academy of Sciences (PNAS).
“Si sabemos cómo funciona todo el circuito, tal vez podemos ayudar a las personas que lo tengan dañado” dijo Nadel Lynn. Esto revela el verdadero potencial del estudio de las células del tiempo, ya que podrá aplicarse, por ejemplo, en estudios relacionados con el Alzheimer y otras enfermedades que afecten a la memoria.
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CAB
