Es una industria criminal que genera 150 mil millones de dólares al año, gracias a la deficiente seguridad y poco conocimiento que se tiene en general de lo acontecido y su magnitud
Por Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
En México tenemos en 2019 según la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, que hay 40 mil desaparecidos y 36 708 muertos no identificados, han desaparecido 9 mil niños, hasta el momento los sistemas de localización y detección de víctimas está muy por debajo de las necesidades, el rezago es magnánimo y la inversión para resolver el problema insuficiente en todos los estados del país donde se desconoce la severidad del problema que estamos enfrentando y que pone en riesgo a nuestros hijos, vecinos, familiares, amigos, comunidades, ciudades y país incluidos.
Hasta el momento el extitular de la dependencia (renunció el mes de enero) Roberto Cabrera Alfaro, menciona que existe una subvaluación del problema, que la cuantificación es inexacta y que falta mucho por averiguar y confirmar, lo que no permite dimensionar la magnitud y lamentable gravedad de la situación.
Sin lugar a duda, estamos siendo presa de la delincuencia organizada y no existe una defensa real contra esta poderosa industria que se lleva a nuestros congéneres, se enriquece y luego los desecha como basura.
Es una industria criminal muy exitosa asociada a la deficiente seguridad y poco conocimiento que se tiene en general de lo acontecido y de la magnitud que a nivel internacional ha tomado este terrible problema.
En la Ciudad de México diariamente desaparecen mujeres y hombres entre los 16 y 20 años con un fenotipo característico que es el que prefieren los delincuentes para comerciar con ellos y utilizarlos a nivel internacional, la denuncia y solución son lamentablemente muy deficientes, los canales de investigación y las organizaciones a cargo, incapaces de confrontar con éxito la debacle que nos agobia. La red de corrupción es inmensa y debido a la gran cantidad de dinero que se involucra en este delito y lo provechoso que resulta, cada día crece más, ya que la impunidad va asociada en la mayoría de los casos al delito.
Han sido involucrados y acusados políticos, empresarios y personajes de la vida social en los diferentes países, sin que se haya logrado acotar el delito hasta el momento.
En USA los 50 estados han desarrollado una poderosa industria del tráfico de personas o Trata como suele llamarse. Los sobrevivientes al tráfico de personas han denunciado los hechos, mostrando además severas secuelas de violencia física, desnutrición, infecciones y abuso sexual.
La Trata de personas violenta los derechos humanos y de ella se deriva una serie de problemas de salud a nivel global, se calculan 21 millones de víctimas obligadas a labores extenuantes, a lo que debemos agregar 4.5 millones de víctimas de explotación sexual de ambos sexos en 124 países de 194 en el mundo, se han reportado redes de corrupción difíciles de combatir por su conflagración con el crimen organizado.
No hay nivel social, credo, raza, sexo o país que se salve de la Trata de personas, algunos países han creado la ley de Protección de la Víctimas de Trata ya sea por esclavitud (obligada a trabajos involuntariamente con o sin paga), por fines de prostitución o por obligarla a actos sexuales siendo menores de edad aún que se le remunere.
La trata de personas genera 150 mil millones de dólares al año, toda una industria criminal con reportes del 50% de víctimas provenientes de naciones industrializadas, a diferencia de lo que podría pensarse, debido a la falta de seguridad y controles en la naciones del tercer mundo.
El 49% de la víctimas de Trata son mujeres, el 21% niñas, el 18% hombres y 12% niños. Respecto a los traficantes el 72% son hombres. En USA un promedio de 20 mil extranjeros son traficados cada año en territorio de la Unión Americana; esta estadística no incluye a los nacidos en USA. En el 2010 el Departamento de Justicia de USA encontró que 83% de las víctimas confirmadas de tráfico sexual eran de nacionalidad estadounidense, en el 2012 se determinó que el porcentaje de trata sexual en USA era de 41% y de esclavitud de 20%.
En USA se considera que un promedio de 300 mil niños están anualmente en riesgo de explotación sexual, fluctuando las edades entre 12-14 años, son extraídos de sus casas con promesas de dinero, educación, una mejor vida y comodidades. Inclusive adultos con la oferta de un mejor trabajo en un país desarrollado, una vez erradicados son sometidos a explotación confiscándoles el pasaporte, obligados a servicios involuntarios por tiempo indefinido.
Las formas de engaño, embaucamiento o chantaje que desarrollaron estos delincuentes son múltiples, el hombre mayor que se lleva una joven con promesa de matrimonio y luego la obliga a prostituirse, el uso de violencia sexual, violencia física con quemaduras, tatuajes, las golpizas, la humillación, la vergüenza, la inducción a la adicción al consumo de drogas, las amenazas sobre sus familiares y la manipulación son parte del menú delincuencial para el control de las víctimas.
El trasladar una persona de un lugar a otro donde no conoce la lengua ni las costumbres locales, le impiden pedir ayuda o recibirla. La confiscación del pasaporte y las identificaciones, no permiten que se sepa quién es la persona involucrada y aún en caso de muerte su identificación es casi imposible, lo que facilita al crimen organizado su deletérea labor y la poca dificultad para asesinar o exterminar a las víctimas una vez que dejan de ser útiles, productivas o se convierten en un problema por enfermedades o complicaciones del maltrato.
La diversidad de abusos va en primer lugar con la explotación sexual, trabajo involuntario en lugares de construcción astilleros, servicios de limpieza, servidumbre en el hogar, trabajo en restaurantes, cuidado de pacientes discapacitados, desempeño en oficinas o ventas, salones de belleza, labores diversas en centros turísticos, mendicidad, trabajos en producción y zafra de productos agrícolas.
Las víctimas de trata son los personajes más marginados, traumatizados y desprovistos de posibilidades de cambiar su situación, viven en un ambiente de desesperanza y depresión por la circunstancia que enfrentan, los suicidios no son poco comunes.
La trata debe ser considerado como delito grave y penalizado con cárcel de por vida o la muerte, considerando el severo daño a la vida de las personas, las sociedades y las familias.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
