Aunque es cierto que llorar no soluciona las situaciones que provocan dolor, la buena noticia es que tiene beneficios en el aspecto físico y psicológico.
Lloramos en respuesta a dolor físico, impacto emocional e incluso como reflejo natural del cuerpo luego de cortar cebolla. Las lágrimas son tan comunes que quizá nunca nos hayamos preguntado por su origen o los efectos sobre nuestra salud.
¿Qué son las lágrimas?
Es líquido cuya producción está a cargo de las glándulas lagrimales. Tiene por función proteger la superficie ocular; limpian residuos de cuerpos extraños y también la lubrican.
Tras crearse la lágrima, ésta se desplaza hasta el ángulo interno del ojo hasta avanzar por el conducto nasal.
Tipos de lágrimas:
- Basales: Aquellas que ya se encuentran en el ojo y tienen por objetivo nutrir y mejorar la calidad refractiva de la córnea.
- Reflejas: Sirven para que el ojo retire sustancias que pueden irritarlo, por ejemplo, el humo del tabaco.
- Psíquicas: Son originadas por emociones, desde dolor hasta de felicidad.
Beneficios del llanto:
- Liberación de estrés: Llorar elimina del cuerpo el adrenocoticotrófico, sustancia que produce cortisol, es decir, la hormona del estrés.
- Prevención de enfermedades: Al aminorar la tensión, se previenen padecimientos cardiacos, enfermedades que reducen su riesgo gracias a la disminución de niveles de estrés.
- Alivia el dolor: Las lágrimas estimulan oxitocina y enforfinas, dos sustancias que producen sensación placentera al cuerpo.
- Ayuda a conciliar el sueño: La sensación de calma puede ayudar a dormir más rápido y mejor.
- Combate bacterias: Los tres tipos de lágrimas se componen de lisozima, es una enzima que daña las células bacterianas, por lo que al llorar evitas la aparición de infecciones oculares.
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