Este avance representa un importante paso para una posible vacuna contra el cáncer. Lo siguiente el siguiente son estudios preclínicos a mayor escala
Científicos de la Facultad de Química de la Universidad de Sevilla (España), en colaboración con otros expertos nacionales e internacionales, afirman que han conseguido generar anticuerpos que reconocen células tumorales humanas.
De acuerdo con la publicación, estos anticuerpos reconocen específicamente fragmentos de glicoproteínas que se sobreexpresan en las células malignas como consecuencia de alteraciones en el procesado de los carbohidratos.
Los anticuerpos se unen a un fragmento conocido como antígeno Tn, que está formado por una unidad del carbohidrato N-acetilgalactosamina y el aminoácido serina o treonina.
Para conseguir la posible vacuna, se reemplazó la unidad de N-acetilgalactosamina presente en este antígeno por un fragmento de estructura similar, metabólicamente estable, y se preparó un glicopéptido antigénico que se combinó finalmente con una proteína presente en la lapa californiana que amplifica la respuesta inmune.
El antígeno Tn es uno de los marcadores de cáncer más extendido entre diferentes tumores, incluyendo cáncer de próstata, de mama o de colon, que son los de mayor prevalencia.
Así, la preparación de la vacuna se ha desarrollado en tres fases: en primer lugar, se llevó a cabo la síntesis del compuesto análogo al carbohidrato presente en el antígeno Tn, en concreto un derivado de sp2 iminoazúcar.
Vacuna
Luego se incorporó el iminoazúcar en una cadena peptídica utilizando un sintetizador automático de péptidos; por último, se combinó con la proteína KLH presente en la lapa californiana mediante métodos químicos.
Una vez preparada la vacuna, se inyectó en ratones durante un periodo de ocho semanas para inmunizarlos. Tras esta etapa, se aislaron los anticuerpos del suero sanguíneo de los animales, se purificaron y se confirmó que reconocían eficazmente células tumorales humanas.
Ahora, con este avance, el siguiente paso a estudios preclínicos requiere la preparación a mayor escala de la vacuna; así como la realización de experimentos que demuestren su eficacia en tumores humanos implantados en animales.
El artículo nace de un trabajo multicolaborativo en el que participan grupos de investigación de la Universidad de La Rioja, Universidad de Zaragoza, CIC BioGUNE y CSIC; así como de centros extranjeros (Universidad de Lisboa, Universidad de Cambridge, Universidad Hokkaido y Universidad de Copenhague).
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CAB