El exceso de consumo de contenidos audiovisuales si afecta el desarrollo de niños. Lo afirmó un estudio del IFT, conoce cómo poder evitarlo
Los contenidos audiovisuales han estado en el foco del debate, desde que la pandemia potenció el uso de tecnologías digitales, fomentando un mayor uso de internet y videojuegos en los niños. Para sumar un aporte fundamental a la discusión, un estudio de IFT asegura que el exceso de consumo afecta en el desarrollo de los más pequeños.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), publicó un estudio revelador sobre la influencia de los contenidos audiovisuales, que se han visto potenciados por la necesidad de dar educación a distancia, por el confinamiento general.
El consumo en exceso de redes sociales, videojuegos y plataformas virtuales puede generar problemas de lenguaje y aprendizaje, según advirtió el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Puntualmente, el estudio abordó las consecuencias del contacto virtual, en detrimento de la presencia física de los niños en un grupo. En esta práctica virtual de sociabilización “se limita en cierta medida la satisfacción de necesidades básicas como pertenecer, ser aceptados, establecer y respetar límites, solucionar conflictos y vivir experiencias” Según explica el estudio.
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Es que el ser humano es un animal social, y por lo tanto las prácticas naturales de conocimiento en un espacio real, son necesarias para un normal desarrollo. Estas prácticas que se están perdiendo, permiten un mejor desarrollo del lenguaje, motricidad, aprendizaje y capacidad para solucionar problemas en niños.
Ahora los niños reemplazan estas prácticas sociales, a través de los modelos que se reproducen en las redes sociales. Por ejemplo, los niños hoy buscan la aprobación del grupo a través de métricas como el “Me gusta”.
Otra de las consecuencias del mayor consumo de contenidos audiovisuales en los niños, es que encuentran modelos a imitar en películas, series o influencers, que están bastante alejados de lo que se considera real en la vida.
Apariencia física, género o nivel socioeconómico, son definidos por los canales digitales, sin posibilidad de compararlos con modelos más reales.
Por estas razones, el IFT considera que la solución llegará por parte de la intervención de los adultos responsables. La exposición sin límites a contenidos audiovisuales, puede provocar los problemas de desarrollo que se mencionaron.
Sin duda que es necesario fomentar un uso responsable de los contenidos audiovisuales, en tiempos donde proliferan las comunicaciones no aptas para niños. Esto será fundamental en su desarrollo y evitará una sexualización temprana de las infancias o conductas que pueden poner en peligro su integridad.
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CAB
