Dentro de nosotros habita aquella persona que siempre hemos querido ser. El problema radica en que esa persona encantadora está escondida tras una máscara o un disfraz
Por Adelaida Harrison
Hoy les quiero compartir una teoría que ha cambiado la vida de miles de personas. En realidad, es una herramienta que nos permite conocernos y entendernos a nosotros mismos y a los demás como realmente somos. Se le conoce como el Eneagrama, y justamente se basa en la idea de que todos somos personas amables, buenas y generosas.
¡Sí! Dentro de nosotros habita aquella persona que siempre hemos querido ser, o adentro de nuestro marido, aquel príncipe azul que vimos cuando nos casamos. El problema radica en que esa persona encantadora y ese príncipe azul están escondidos tras una máscara o un disfraz. ¿Qué es lo que pasó?
Cuando éramos niños fuimos desarrollando ciertos mecanismos que nos daban seguridad en un mundo de personas infinitamente más fuertes y grandes que nosotros, a través de repetirlos mucho creamos una máscara tras la que nos escondemos.
A la máscara que nosotros usamos se le conoce como personalidad, y es la imagen que damos a los demás para que no puedan lastimar nuestra esencia, que es la mejor parte de nosotros y por eso la defendemos tanto.
El problema es que en el camino se nos olvida que una vez que somos adultos podemos defendernos, y ya no necesitamos utilizarlas.
Te invito a que observes y descubras cual es la máscara tras la que tú te escondes.
El Eneagrama es una herramienta de autoconocimiento que describe Nueve formas diferentes de ver la vida, de pensar, de sentir y de reaccionar; todas con virtudes y limitaciones, pero ninguna mejor que otra.
Nos revela de forma práctica, profunda y a la vez sencilla nueve estilos de personalidad. El objetivo de conocer tu personalidad, es identificar patrones automáticos de conducta que afectan tu desempeño y deterioran tus relaciones.
Al descubrir desde la raíz de la maquinaria que organiza nuestros pensamientos, sentimientos y acciones; lo que nos hace ser como somos. (Tímidos, agresivos, seductores…), podremos dejar de actuar en automático y trabajar en romper con esas conductas repetitivas que nos tienen atrapados en un tipo de personalidad y nos impiden crecer y ser mejores seres humanos.
El Eneagrama hace una distinción importante entre personalidad y esencia.
La personalidad, son aquellos comportamientos que hemos adquirido a lo largo de la vida como, la educación, las creencias, miedos, forma de vestir… que, a través de repetirlos, se convierten en nuestros hábitos y llegamos a pensar que nosotros somos nuestra personalidad.
Mientras que la esencia es la parte espiritual, la parte única e irrepetible que hay dentro de cada ser humano. Es decir, su verdadera naturaleza. Ambas forman parte de la persona, pero lo ideal es mantener un equilibrio. Podemos decir que la personalidad es un caballo en el que estamos montados, que si sabemos dirigirlo, nos ayudará a desarrollar nuestro máximo potencial. Pero si ni siquiera sabemos que estamos montando, el caballo de la personalidad nos llevará a donde le plazca.
Los nueve estilos de personalidad:
UNO o EL REFORMADOR: Es idealista, ético, responsable y muy trabajador. Vive de acuerdo a sus principios morales y sus ideales; tiene muy claro lo que está bien y lo que está mal. Busca mejorar este mundo, y tiene metas muy altas. La integridad, la honestidad, la verdad y la justicia son de gran importancia para él.
DOS o EL COLABORADOR: Es optimista, cariñoso, servicial y comprensivo. Es generoso con su tiempo y con sus sentimientos. Es cálido y buen confidente. Busca ser necesitado, amado y apreciado, volviéndose indispensable para otras personas. Le gusta más dar que recibir. Reconoce fácilmente las necesidades de los demás y se siente orgulloso de no tener necesidades.
TRES o EL EJECUTOR: Es eficiente, seguro de si mismo. Tiene una gran habilidad para adaptarse a cualquier situación. Siempre tiene un objetivo que realizar. Adicto al trabajo, mucha energía y muy competitivo. Su meta es lograr éxito y tener prestigio ante los demás. Da mucha importancia a su imagen de ganador y a la opinión de los demás.
CUATRO o EL CREATIVO: Es intuitivo y sincero. Busca la originalidad en todo lo que hace. Tiene una gran facilidad para expresar lo que muchos no pueden.
Le gusta la intensidad de la vida y ser diferente a los demás. Sueña y fantasea con momentos románticos. Alcanza una profundidad de sentimientos superior a cualquiera. Sufre mucho o goza mucho, y puede tener cambios de humor repentinos. Tiene la sensación de que siempre falta algo.
CINCO o EL OBSERVADOR: Es objetivo, analítico y le apasiona el conocimiento.
Se concentra profundamente en lo que le gusta y puede descuidar lo demás. Es el pionero, innovador e inventor de nuestro mundo. Mantiene una distancia emocional con respecto a los demás. Es aislado, independiente y austero. Vive en su mente en la cual se puede perder. Le cuesta trabajo expresar sus emociones, y el contacto físico.
SEIS o EL CUESTIONADOR: Es muy responsable, trabajador, comprometido y leal.
Su seguridad y la de los suyos es lo más importante. Tiene una mente inquisitiva y vigilante. Es escéptico y cuestionador. Le gustan las cosas claras y saber en dónde está pisando. Duda mucho antes de tomar una decisión. Siempre está alerta al peligro, a lo que pueda salir mal, a las intenciones de los otros para que no lo tomen por sorpresa. Cuando siente angustia y ansiedad, su mente se va a lo peor que pueda pasar. Es muy leal ante la autoridad o se rebela totalmente contra ella.
SIETE o EL OPTIMISTA: Es encantador y soñador. Busca lo agradable y divertido de la vida. Se aburre y se distrae fácilmente porque busca experiencias y sensaciones nuevas que lo estimulen. Evita el dolor y sufrimiento. Le gusta la libertad; no soporta que lo manden. Le cuesta comprometerse por lo que busca tener varias opciones abiertas.
OCHO o EL PROTECTOR: Es líder natural; directo, decidido y asertivo. Generoso y protector. Enérgico y entusiasta hacia la vida y el trabajo; inspira a otros a seguirle y a confiar en él. ¡Piensa en grande! Le gusta el control y sentirse poderoso. Le gusta la confrontación y los retos difíciles para probarse a si mismo. Odia a los débiles por lo que reprime cualquier manifestación de debilidad o sufrimiento. Su palabra es la ley por lo que rompe reglas fácilmente.
NUEVE o EL MEDIADOR: Es pacifista, tranquilo y conformista. Busca mantener la paz interior y exterior. Evita los conflictos, los juicios, casi siempre es imparcial. Se olvida de si mismo, de sus gustos y opiniones y los remplaza por los de los demás. Simplifica sus problemas y minimiza cualquier cosa que amenace su tranquilidad. No le gusta el cambio; las rutinas y hábitos le dan comodidad. Muchas veces deja para después las tareas importantes.
*Adelaida Harrison, Enneagram Coaching Center México.
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