Los seres humanos podemos tener uno de cuatro diferentes tipos biológicos o temperamentos, los cuales dependen de nuestro metabolismo y nos proporcionan diferentes morfologías
Por Dr. Jorge Reskala
Médico Naturópata. fundador de Biaani, plan integral de bienestar para recuperar el equilibrio. Twitter: @DrReskala Facebook: biaani info@biaanimexico.com
En mi colaboración anterior comenté que si comemos tomando en cuenta nuestro tipo biológico o temperamento, es un plus sensacional en pro de nuestra salud. Debemos entender que no todos debemos comer lo mismo, que lo que puede ser bueno para unos, no necesariamente lo es para otros. Somos diferentes.
Para la ancestral medicina greco/árabe, la salud es el estado natural del hombre. El cuerpo humano tiende a corregir todo desequilibrio para restablecer el bienestar cuando por diversos motivos llega a perderse. La medicina greco/arabe hace uso de la correcta alimentación para ayudar a la “inteligencia viva” del cuerpo a recobrar y/o mantener la salud. “Que tu alimento sea tu medicina”, decía Descartes el padre de la medicina.
De acuerdo con la medicina greco/árabe, los seres humanos podemos tener uno de cuatro diferentes tipos biológicos o temperamentos, los cuales dependen de nuestro metabolismo y nos proporcionan diferentes morfologías (forma física) e incluso ciertas características de personalidad. Entender nuestra propia naturaleza y adquirir hábitos tanto alimenticios como de bienestar en general con forme a ellos, nos ayudará a estar verdaderamente sanos.
Las personas que tienen un cuerpo bien proporcionado y musculoso aún sin hacer mucho ejercicio, pertenecen al tipo biológico Colérico; tienen a tener una figura cuadrada. A ellas les conviene comer verduras verdes crudas sobre todo pepino así como agua destilada con limón. Deben evitar picante (incluyendo especias), aceites refinados, carne de cerdo, mariscos y destilados blancos; dormir menos de 8 horas por día, comer sólo 2 veces al día, hacer ejercicio suave y hacerse masajes.
Las personas de complexión robusta de huesos pesados, con estructura firme pero con pocas curvas son del temperamento Sanguíneo; son esas personas que difícilmente engordan. Deben comer verduras verdes crudas, evitar aceites, carne de cerdo y mariscos así como destilados blancos y harinas procesadas. A diferencia del Colérico, a las apersonas del tipo Sanguíneo le sienta bien el picante y los
alimentos de sabor agrio pero la cantidad de alimentos a ingerir debe ser menor. Les conviene disfrutar de baños sauna o de vapor tan seguido como le sea posible.
Quienes tienen un cuerpo más bien “llenito” de forma redonda, regido por curvas tanto en la cara como en el cuerpo, pertenecen al tipo biológico Flemático y son quienes más tienden a subir de peso. A estas personas les conviene comer poco muchas veces al día, ingerir picante (jengibre, pimienta, chile, mostaza, canela, ajo, etc.) y alimentos de sabor agrio, deben evitar la carne de cerdo pero no dejar de consumir cárnicos, incluir en su dieta coloides, sales de schussler, algas marinas, también deben evitar consumir pan, pastas, lácteos y alimentos refinados así como alimentos dulces, no comer fruta después de las 2:00 pm, dormir mínimo 6 horas, no saltarse el desayuno , realizar ejercicio moderado y tomar baños de sauna.
Por último, aquellos que son delgados (a veces demasiado), ágiles, esbeltos, con caderas delgadas, se les notan las articulaciones que crujen al moverse y que tienen manos y pies largos y finos son del temperamento Melancólico, su figura tiende a ser alargada. A ellos les conviene incluir en su alimentación diaria cereales integrales, aceites de buena calidad, carne (no deben ser vegetarianos) y pescado, germinados de cualquier tipo, frutas, hacer varias comidas al día, no comer verduras crudas sino cocidas, evitar leguminosas, tomar agua destilada con mucha miel, dormir cuando menos 8 horas diarias y tomar siestas, realizar ejercicio suave como Tai Chi y si están fuertes nadar un poco así como realizarse masajes frecuentes.
