Las relaciones sanas con la familia, amigos y compañeros permiten al menor sentirse seguro y tener conciencia de sus propias emociones
El buen desarrollo emocional, social, afectivo y psicológico de los menores, es la base para que los niños tengan una infancia sana y una adultez plena, aseguró la médico especialista de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud, Carmen Torres Mata.
En el marco del Día del Niño, la especialista explicó que los padres son la primera fuente de amor hacia el menor y, a través del fortalecimiento de este vínculo, se establecen relaciones sanas en la etapa adulta.
Mencionó que es fundamental la comunicación verbal y no verbal con los menores, además de las muestras de cariño durante toda la infancia.
La especialista de los Servicios de Atención Psiquiátrica dijo que las relaciones sanas con la familia, amigos y compañeros permiten al menor sentirse seguro y tener conciencia de sus propias emociones. “Si uno crea vínculos fuertes y saludables, esta estructura se repite en relaciones posteriores” como la elección de pareja” añadió.
A veces se recomienda a las mamás que no abracen tanto a sus hijos, porque los consienten, eso es un mito, ya que el abrazo y las muestras de cariño son sinónimo de que son importantes y merecen ser cuidados.
Como ejemplo se refirió a que los padres pueden tener conductas extremas como sobreprotección o descuido; sin embargo, cualquiera de los dos extremos puede generar menores inseguros, miedosos y tímidos. Recomendó fomentar el apego seguro, dando libertad para independizarse.
Por el contrario, indicó que si los niños crecen fuera de un ambiente saludable, pueden tener dificultades en la vida adulta. Los menores que no establecieron relaciones sanas en la infancia y no recibieron afecto, no pueden brindarlo, ya que la manera que se los demostraron no fue la adecuada.
Torres Mata dijo que los menores que carecen de afecto, pueden ser aislados o no tienen amigos, y en la etapa adulta establecen relaciones utilitarias para conseguir un fin, sin entender que hay una relación de amistad y compañerismo que se debe cultivar todos los días.
Detalló que la decisión de tener un hijo no es sencilla y se debe ser consciente de estar sanos física y emocionalmente para dar lo mejor a otro ser que va a depender de nosotros.
La educación es un proceso largo, donde los padres juegan un papel fundamental. Si se quiere educar a un hijo asertivo y pleno, los padres deben de ser el primer ejemplo a través de su conducta.
Asimismo, comentó que si se tienen dudas de cómo ser padre, se deben acercar a un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra infantil, quienes los puede orientar.
De igual manera, señaló que el Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro ofrece cursos y talleres para padres durante todo el año, sobre salud mental y depresión.
Recomendó que si en algún momento se nota al menor triste, irritable, intolerable, ansioso y tiene pesadillas constantemente, o no poder dormir solo después de los cinco o seis años y ha dejado hacer cosas que antes le gustaban, se debe acudir con un profesional de la salud mental para conocer el diagnóstico y, en su caso, recibir tratamiento.