El trabajo en fin de semana se asoció con síntomas significativamente más depresivos entre los hombres cuando se tuvieron en cuenta las condiciones de trabajo; entre las mujeres se asociaron con el número de fines de semana trabajados
Trabajar más de 55 horas a la semana está relacionado con un mayor riesgo de depresión en las mujeres, al menos eso sugiere un estudio observacional publicado en la edición digital de ‘Journal of Epidemiology & Community Health’. Mientras que laburar los fines de semana están asociados con un mayor riesgo en ambos sexos.
Para averiguarlo, el equipo se basó en datos de un estudio longitudinal llamado Understanding Society (UKHLS), que ha estado haciendo un seguimiento de la salud y el bienestar de una muestra representativa de 40,000 hogares en todo Reino Unido desde 2009.
El trabajo durante el fin de semana se asoció con síntomas significativamente más depresivos entre los hombres cuando se tuvieron en cuenta las condiciones de trabajo; entre las mujeres, los síntomas depresivos se asociaron con el número de fines de semana trabajados.
Las mujeres que trabajaron 55 o más horas a la semana y/o que trabajaron la mayor parte de los fines de semana registraban la peor salud mental de todas, con síntomas significativamente más depresivos que las mujeres que trabajaban en horario estándar.
A modo de explicación, los científicos sugieren que las mujeres presentan más probabilidades de trabajar más horas en ocupaciones dominadas por los hombres, mientras que los fines de semana laborales tienden a concentrarse en empleos del sector de servicios de baja remuneración. “Estos trabajos, cuando se combinan con interacciones frecuentes o complejas con el público o los clientes, se han vinculado a niveles más altos de depresión”, escriben.
“Nuestros hallazgos de síntomas más depresivos entre las mujeres que trabajan muchas más horas también podrían explicarse por la doble carga potencial que experimentan las mujeres cuando sus largas horas de trabajo remunerado se agregan a su tiempo en el trabajo doméstico”, plantean los investigadores.
“Los estudios anteriores han encontrado que una vez que se tienen en cuenta las tareas domésticas y el cuidado no remunerados, las mujeres trabajan más tiempo que los hombres, en promedio, y que esto se ha relacionado con una salud física más deficiente”, agregan.
Este es un estudio observacional, y como tal, no puede establecer la causa. Sin embargo, los autores concluyen: “Nuestros hallazgos deben alentar a los empleadores y a los responsables políticos a considerar intervenciones dirigidas a reducir las cargas de las mujeres sin restringir su plena participación en la fuerza laboral y mejorar las condiciones de trabajo psicosociales”.