Escribir con un teléfono móvil podría multiplicar por cuatro la presión sobre la columna, ya que “mantener la cabeza agachada aumenta la carga que soporta habitualmente la columna cervical, causando daño sobre ella”, según advierte el responsable de fisioterapia en el Hospital Instituto Musculoesquelético Europeo (IMSKE), Pablo Martínez, que explica que a este fenómeno ya se le conoce como el síndrome de ‘text neck’.
En este sentido, el especialista explica que la cabeza de un adulto pesa entre cinco y siete kilos. Ese es el peso que la columna, en concreto las vértebras cervicales, están acostumbradas a soportar. Sin embargo, cuando la cabeza se inclina entre 45 y 60 grados para mirar la pantalla de un dispositivo móvil, la presión puede superar los 20 kilos.
La cantidad de fuerza que aguanta la columna al soportar la cabeza guarda una relación directa con la angulación de la misma. “Cuanto mayor es la angulación, mayor es el peso y mayores los problemas, que pueden ir desde desgaste de la columna vertebral, hasta la degeneración del disco, que en algunos casos puede precisar cirugía” afirma Martínez.
Así, el síndrome del ‘text neck’ es una nueva patología vinculada a los dispositivos tecnológicos. “Al escribir un mensaje inclinamos el cuello hacia adelante y posicionamos la cabeza por delante de los hombros, y esto causa tensión muscular, potencia riesgo de que los nervios sufran compresión y, en casos extremos, puede provocar una hernia discal”, explica el fisioterapeuta. El resto de la columna, añade, “también se verá afectada por la relación que se establece en las diferentes partes entre sí”.
Otro de los efectos como consecuencia de este mal hábito y la tensión que provoca es, aparte del dolor de cuello, el dolor de cabeza. “Quizá la peor consecuencia es una adaptación a una mala postura que se mantendrá durante el resto de actividades del día, alargando el sufrimiento del cuello por la adaptación a esta situación”, lamenta el experto.
Según advierte Martínez, la capacidad de adaptación del ser humano a las malas posturas es muy alta. Así, los problemas asociados a una mala higiene postural aparecerán en años posteriores, circunstancia que dificulta establecer una relación causa/efecto. “Mantener la posición de ‘text neck’ durante mucho tiempo hará que nuestro cuello se vaya degenerando poco a poco, además de poner en riesgo la curva natural del cuello, que irá alterándose día tras día”, explica Martínez.
En este sentido, los expertos destacan la necesidad de fortalecer los músculos del cuello para evitar lesiones o molestias. “Uno de los principales sistemas para ayudar a soportar la carga es la musculatura cervical y, cuanto mayor es la fuerza, menor es el sufrimiento, ya que se mejora la alineación”, defiende Martínez. Un programa bien diseñado para mejorar la movilidad y la fuerza del cuello es una de las claves, sin duda, para ayudar a las personas que sufren este trastorno”.
Por todo ello, el responsable de la fisioterapia en el hospital IMSKE proporciona algunos consejos para evitar las consecuencias del síndrome del ‘text neck’. El primero de ellos es mantener una postura erguida al estar sentado. Para ello, es recomendable colocar un almohadón en la zona lumbar, que enderece la columna y ayude a posicionar la cabeza lo mejor posible.
El segundo es levantar el móvil a la altura de los ojos al escribir mensajes, evitando flexionar la cabeza o usar el movimiento ocular para ver mejor la pantalla sin involucrar al cuello. Además, recomienda disminuir el tiempo de uso del móvil.
Por otro lado, el experto aconseja instalar en el ordenador las aplicaciones de texto que se suelen utilizar en el móvil, ya que la posición en un ordenador es más saludable, forzando menos la posición de la espalda al redondear menos los hombros.
Así, Martínez aboga por hacer ejercicio para ayudar a fortalecer la musculatura y a compensar el tiempo que permanecemos sentados en esta posición inadecuada. Además, añade, tumbarse en la cama sin almohada un rato al día también es beneficioso para que la columna esté completamente extendida. “De esta forma compensaremos el tiempo de mala postura, llevando la cabeza a la altura del tronco”, concluye.
AFG