El fenómeno de las adicciones, como problema de salud pública, está anidado en la falta de oportunidades, en limitaciones al bienestar y en problemas de conducta individual, familiar y social
Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud señaló durante la presentación de la estrategia de atención a las adicciones que una de las decisiones centrales del Estado mexicano en la atención a este fenómeno es virar de un enfoque prohibicionista o “criminalizante” de los consumidores y de las víctimas, a uno que atienda los determinantes sociales relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, a través de un modelo de inclusión.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, subrayó que la estrategia de atención se desarrollará mediante la campaña Juntos por la Paz, e implica el compromiso colectivo de toda la sociedad, de los sectores público, social y privado; de los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal; de los tres poderes de la Unión, ejecutivo, legislativo y judicial, para girar 180 grados hacia un modelo de inclusión.
El subsecretario de Salud detalló que la campaña Juntos por la Paz es transversal y se desarrollará con estrategias que brinden a las niñas, niños y jóvenes, factores de protección que reduzcan o eviten el inicio en el consumo de drogas lícitas o ilícitas; como el modelo de consejería y vinculación comunitaria entre pares, que se aplica en el Centro de Atención Rural al Adolescente de IMSS-Bienestar, y en el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve).
También se aprovecharán los siete mil 800 semilleros de la cultura por la paz de la Secretaría de Cultura, en donde se promueve el arte. “El joven encuentra en la música, en el teatro, en el circo, la posibilidad de expresar libremente su identidad y sus emociones”, puntualizó.
López-Gatell Ramírez detalló que el fenómeno de las adicciones, como problema de salud pública, está anidado en la falta de oportunidades, en limitaciones al bienestar, en problemas de conducta individual, familiar, comunitaria y social; por ejemplo, cuando los jóvenes pierden los espacios de escucha en la dinámica familiar.
“Este fenómeno de violencia que se vive desde el seno familiar, en el cual a la niña o al niño desde muy pequeño no se le toma en cuenta o no se le escucha, va confluyendo en un aislamiento porque no encuentra un espacio de inclusión en la sociedad”, dijo.
Ese vacío emocional, esa falta de sentido de pertenencia y de propósito en la vida, añadió, incentiva el consumo de sustancias ilícitas, como un camino hacia la satisfacción inmediata; sin embargo, es una fórmula lesiva para el desarrollo de la sociedad y de las comunidades.
Comentó que, en las últimas dos décadas, México pasó de ser un país de trasiego de estupefacientes a uno de consumo, y poco a poco se fueron quedando no solo las prácticas de uso y abuso, sino toda la desestabilización del tejido social que implica esta economía de las drogas.
Juntos por la Paz iniciará en los municipios de Tierra Caliente de Michoacán, con la participación de los gobiernos estatal y municipal, además de distintas organizaciones de la sociedad civil.
Por su parte, el titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), Gady Zabicky Sirot, señaló que la nueva cara de esta estrategia será humanista, atendiendo las necesidades médicas de la población que lo requiera.
Indicó que datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), muestran que 75 por ciento de las personas que consumen drogas, tienen al menos un problema de salud mental.
En este sentido, la atención del consumo de sustancias adictivas no será ajena a la salud mental, “queremos borrar esta línea y enfocarnos en atender esta correlación”, finalizó.