En el caso del cáncer de mama, la reconstrucción después de una mastectomía será obligatoria y considerada dentro del tratamiento, quedando exenta de cuota de recuperación
La diputada Hortensia María Luisa Noroña Quezada propuso reformar el artículo 36 de la Ley General de Salud, a fin de exentar del cobro de toda cuota de recuperación el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de cáncer, tanto en pacientes menores como mayores de 18 años, sean o no beneficiarios o derechohabientes de alguna institución del sector salud.
En el caso del cáncer de mama, la reconstrucción después de una mastectomía o lumpectomía, será obligatoria y considerada dentro del tratamiento, por lo que también quedará exenta de toda cuota de recuperación, incluyendo los procedimientos necesarios posteriores y requeridos para mejorar la mama reconstruida, su simetrización y balance.
En la iniciativa, que fue turnada a la Comisión de Salud, la legisladora asevera que el 1 de enero entraron en vigor nuevas reglas del Instituto de Salud para el Bienestar, y se dividió la atención médica en tres niveles; los dos primeros, gratuitos, pero en el tercero, que atiende especialidades, quedaron fuera de la gratuidad muchas enfermedades, entre ellas el cáncer.
“Se dispuso cobrar cuotas de recuperación de acuerdo a estudio socioeconómico por caso, pero no se menciona que sus costos son elevadísimos, y en el caso del cáncer de mama, exorbitantes”, porque implica cirugías, estudios, quimioterapias, hospitalización y hablar de reconstrucción total “suena como una verdadera burla”.
Dijo que se debe sensibilizar a la sociedad y humanizar a los gobiernos. Entender que, en materia de salud pública y de salvar vidas ganándole la batalla al cáncer, el razonamiento no debe bordear entre el costo-beneficio, entre la disciplina presupuestaria y la conveniencia política y hacendaria”.
Refirió que a pesar de las campañas de prevención y diagnóstico, su prevalencia no ha disminuido; junto con el cervicouterino y de ovario son los tres tipos de cáncer que más afectan a las mexicanas de 20 años o más. Provocan cinco de cada 10 muertes por esta enfermedad.
Explicó que esos tumores se detectan en etapas avanzadas e implican tratamiento agresivo, aunque se diagnostiquen a tiempo, con revisiones periódicas, sesiones de quimio o radioterapia, y la extirpación de uno o los dos senos y los ganglios de una o ambas axilas. Tiene serios efectos físicos, sociales y de desarrollo. Se requiere la reconstrucción total porque afecta el equilibrio de la paciente, pero se niegan los procedimientos por considerarse cuestión de estética.
Destacó que en los servicios privados puede costar, al menos, medio millón de pesos, lo cual es incosteable; por ello “debe ser considerado obligatorio y como parte del tratamiento básico posterior del cáncer de mama”.
En México, señaló, los principales cánceres con causa de mortalidad en la población entre 30 y 59 años son en órganos digestivos; hematopoyéticos, respiratorios, genitales femeninos y de mama; en menores de 0 a 17 años, leucemia; para personas de entre 18 y 25 años, leucemia y el linfático, y en población de 26 a 29 años, mama, colon y cervicales.
IPR
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