Por Oswaldo Martinez.
Estás listo para entrenar. Tenis, ropa, monitor cardiaco…pero de pronto te regresas a casa o al auto porque te das cuenta que los audífonos no están contigo, y claro, sin música no te sientes igual entrenando. Sientes que no lo podrías disfrutar de la misma forma ¿no? Pues si, a muchos nos gusta entrenar con música; sin embargo, y a pesar del gran motivador que puede llegar a ser el contar con un gran playlist, la música puede ser un gran distractor de la creación de conciencia corporal. Así es.Mucha gente me dice que le gusta entrenar para no aburrirse…es decir, para no sentir lo que está pasando mientras entrena. No sentir la fatiga, el paso del tiempo, etc.
Es aquí donde debemos tener cuidado. La música no debe ser sustituto de las ideas que es-tamos creando mientras entrenamos. Lo que nuestra mente nos diga, debe sin duda ser atendido, observado y dejarlo pasar. No ignorarlo y el problema es que muchas veces la música es capaz de crear recuerdos de momentos pasados, planes futuros y luego conectarnos con otra idea sobre algo que dejamos de hacer y empezar un viaje mental imaginario e inexistente y mientras tanto, nuestra respiración, técnica del ejercicio, mecánica de carrera comienza a descuidarse y con ello los patrones de compensación y luego las molestias musculares por no realizar el movimiento con la calidad merecida.
Es por ello que debemos ser muy cuidadosos con no crear una distracción del momento presente que estamos viviendo al entrenar. El enajenarnos o alienizarnos de nosotros mismos nos aleja de poder entender nuestro cuerpo y sin querer, estamos obligando a nuestro cerebro a no identificarlos aprendizajes motores y con ello las adecuaciones emocionales respecto al movimiento.
Otro tema importante de la música, y esto es una mera opinión, es cuando corremos al aire libre en un montaña o en algún lugar espectacular. Hay tanto ruido en nuestra vida diaria que cuando llegamos a una montaña, considero un error cargar con música que nos aleje de escuchar el ruido propio del lugar, el silencio tan particular de nuestros pasos, nuestra respiración, las aves, viento…si creo que esos momentos son el momento perfecto para crear una conexión diferente con nosotros mismos.
Al margen de la opinión, existe música para todo momento y hay investigaciones que respaldan que la música barroca es de lo mejor para estudiar, trabajar. La música de ruidos de la naturaleza para relajar el cuerpo y mente y la música con patrones repetitivos para crear acciones repetitivas. Es decir, la música conocida como “electrónica” es altamente recomendable para correr distancias largas y la música de metal para entrenamientos intensos de fuerza. No se recomienda música de salón para ningún tipo de entrenamiento, salvo que se de baile el entrenamiento y le reguetton pues no lo recomiendo bajo ninguna circunstancia (bromilla).
Así que ya sabes, todo bien con escuchar música mientras entrenas, siempre y cuando sea para crear un ambiente que motive poner atención integralmente en nuestro cuerpo, mente y acciones continuas.