La “entidad desconocida” solo se identificó cuando los médicos utilizaban un tipo de exploración nuevo y avanzado llamado PSMA PET/C
Un grupo de científicos de los Países Bajos apuntan haber descubierto un par de glándulas que están escondidas donde se encuentran la cavidad nasal y la garganta.
Los investigadores encontraron por primera vez esta parte del cuerpo, que proponen nombrar glándulas tubarias, durante una exploración diseñada para buscar crecimientos tumorales.
Luego, los científicos observaron escaneos de la cabeza y el cuello de otras 100 personas que estaban tratando por cáncer de próstata y diseccionaron dos cadáveres, uno masculino y otro femenino. En todos encontraron un par.
Cualquier libro de anatomía moderna mostrará solo tres tipos principales de glándulas salivales: uno cerca de las orejas, otro debajo de la mandíbula y otro debajo de la lengua. “Ahora creemos que hay un cuarto”, dijo Matthijs Valstar, cirujano e investigador del Instituto Holandés del Cáncer y uno de los autores del estudio, publicado el mes pasado en la revista Radiotherapy and Oncology.
Según los autores, las glándulas no se pueden ver con métodos convencionales de imágenes médicas; tales como ultrasonido, tomografías computarizadas o imágenes de resonancia magnética.
Por lo que explicaron, la “entidad desconocida” solo se identificó cuando los médicos utilizaban un tipo de exploración nuevo y avanzado llamado PSMA PET/CT; mismo que se ha utilizado para detectar la propagación del cáncer de próstata.
PSMA PET es la abreviatura de la obtención de imágenes de antígeno de membrana específico de la próstata mediante tomografía por emisión de positrones.
El grupo original que los investigadores examinaron estaba compuesto en su totalidad por personas con cáncer de próstata o de glándula uretral, e incluía solo a una mujer entre 100 sujetos.
Por ahora, se esperan más investigaciones; no obstante, el descubrimiento apunta una nueva manera de ver la estructura de las glándulas salivales. Si se confirman los hallazgos, este será el primer descubrimiento de un nuevo órgano humano en unos 300 años.
Además, se trata de un descubrimiento importante para el tratamiento del cáncer, pues, los médicos que usan radiación en la cabeza y el cuello para tratar el cáncer tratan de evitar irradiar las glándulas salivales porque el daño a estas glándulas puede afectar la calidad de vida (con problemas para comer, tragar o hablar).
Según los expertos, las glándulas salivales tubariales probablemente lubrican y humedecen la parte superior de la garganta detrás de la nariz y la boca (precisamente es la ubicación habitual donde se toman los hisopos de COVID-19).
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CAB
