Matilde Montoya realizó su examen profesional el 24 de agosto de 1887, en una época en la que no era “natural” que una mujer se inclinara por una profesión que no estaba de acuerdo con las inclinaciones de su sexo
Google celebra hoy a Matilde Montoya con un singula Doodle, reconociendo a quien abrió brecha para que otras mujeres en México pudieran seguir sus pasos, logrando
graduarse como médico en un momento histórico muy adverso para las mujeres no solo en México, sino en todo el mundo.
En el México actual, el del siglo XXI, las mujeres constituyen más del 40% del personal médico y más del 80% del de enfermería dentro de la Secretaría de Salud. No obstante, en el México decimonónico esto era muy diferente.
Antes de 1887 no existía una sola mujer médica en todo el país. El 24 de agosto de 1887, Matilde Montoya hizo historia y cambió para siempre el rumbo de la medicina, cuando en la Escuela Nacional de Medicina presentó su examen profesional para ser reconocida como médica, ante la presencia de damas y caballeros de élite, profesionales de la medicina, periodistas y el mismo presidente de la República en aquellos años, Porfirio Díaz.
Matilde Montoya nació el 14 de marzo de 1857 en la Ciudad de México. En mayo de 1870 se inscribió en la carrera de obstetricia en la Escuela Nacional de Medicina, pero solo un año después la abandonó por las dificultades económicas de su familia y la muerte de su padre. Desde 1871 ejerció la obstetricia en Morelos, la Ciudad de México, Veracruz y Puebla.
Luego de las dificultades tras matricularse en la Escuela de Medicina de Puebla, decidió solicitar su inscripción en la Escuela Nacional de Medicina, donde fue aceptada en 1882.
Cinco años después, Matilde Montoya se convirtió en la primera mujer médica de México, causando reacciones encontradas entre la sociedad de la época: desde quienes reconocían y aplaudían su trabajo y veían en ella un inicio del cambio en el lugar de la mujer en la sociedad, hasta aquellos que cuestionaban la validez de su esfuerzo, argumentando que no era “natural” que una mujer se inclinara por una profesión que no estaba de acuerdo con las inclinaciones de su sexo.
Afortunadamente, hoy en día miles de mujeres deciden cursar carreras relacionadas con el campo de la salud, ejerciendo funciones que van de la clínica y la investigación, pasando por la salud pública, hasta el diseño de políticas públicas y la toma de decisiones.