De acuerdo con el diccionario gastronómico Larousse Cocina, las fresas llegaron a México en la época del Porfiriato, exactamente a Irapuato
Las fresas además de ser deliciosas aportan grandes beneficios a la salud de los seres humanos. Lo mejor es que al ser bajas en calorías puedes comer una gran cantidad si estás a dieta, también son ricas en vitamina C, antioxidantes y fibra.
De fragante aroma, color rojo intenso, un sabor equilibrado entre lo dulce y lo ácido; y jugosas a la primera mordida las fresas son una de las frutas más versátiles que hay.
Las también conocidas como frutillas pueden estar presentes en postres, helados, cócteles y en la ensalada, entre más preparaciones. Sumado a ellos las fresas contienen antioxidantes que ayudan a retrasar el envejecimiento.
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De acuerdo con el portal de salud Health Line, el 26 por ciento del contenido total de las fresas es fibra, es decir, por cada fresa que comas estarás consumiendo dos gramos de fibra. Esto es muy beneficioso para la salud intestinal y para nutrir a la microbiota intestinal -antes conocida como flora intestinal-.
Las fresas tienen una gran cantidad de agua, esto hace que sean bajas en carbohidratos. Además, los carbohidratos que contienen las frutillas son los denominados azúcares simples: glucosa, fructosa y sacarosa -esas que te repetían en tus clases de biología hasta el cansancio-.
Así que por cada 100 gramos de fresas que consumas solo obtendrás ocho gramos de carbohidratos. El portal de Health Line, asegura que las fresas aportan un bajo índice glucémico, lo que hace que los niveles de azúcar en la sangre no suban de manera drástica, por eso se recomienda comer fresas a las personas con diabetes.
Las vitaminas más presentes en las fresas son: en primer lugar, la vitamina C que además de ayudar al sistema inmunológico, agiliza el proceso de cicatrización y te deja una piel más luminosa. En segundo lugar, está la vitamina B que es buena para el buen funcionamiento de las células y para regenerar tejidos.
La fresa también contiene magnesio, potasio, hierro, fósforo y en menor medida vitaminas K, E y B6. Sin duda la fresa es una fruta muy completa que se puede integrar a la alimentación diaria en algún batido de frutas, acompañándola en las ensaladas o simplemente comérsela a mordidas.
El portal Health Line, explica que estudios han encontrado que consumir fresas con frecuencia ayuda a disminuir el estrés oxidativo, mejora la función vascular, baja los niveles de colesterol en la sangre y también tiene efectos desinflamatorios. El consumo debe ser de más de cuatro semanas para notar cambios y no se le debe añadir azúcar a las fresas.
En Health Line explican que uno de los factores que hacen avanzar al cáncer es el estrés oxidativo y la inflamación crónica, en ese sentido hay estudios que confirman el poder de las fresas al inhibir esos padecimientos, en especial en el cáncer de hígado. Esto es por el contenido en ácido elágico y los elagitaninos, mismos que impiden el crecimiento de las células cancerosas.
De acuerdo con el diccionario gastronómico Larousse Cocina, las fresas llegaron a México en la época del Porfiriato, exactamente a Irapuato en Guanajuato. Luego de años el cultivo de la fresa se fue extendiendo a otros estados como Michoacán y Puebla. Esto ha hecho que en los últimos años México ocupa el tercer lugar en producir fresas a nivel mundial.
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CAB
