Hasta el momento los resultados indican que la curcumina y los cannabinoides tienen potencial efecto analgésico, sin que se haya observado daño gastrointestinal
Además de ser uno de los principales ingredientes del curri (una mezcla de especias utilizadas principalmente en la cocina asiática), la curcumina posee propiedades antioxidantes, anticancerígenas, de protección gástrica, y ahora se analiza su potencial farmacológico para el alivio del dolor.
Gilberto Castañeda Hernández, investigador del Departamento de Farmacología del Cinvestav, explicó que para tratar el dolor existen diferentes medicamentos, pero la mayoría con efectos gastrointestinales de tomarse por largos periodos, como agruras, vómito, dispepsia e incluso úlceras.
Por lo que se ha dado a la tarea de identificar compuestos más eficaces y con menos efectos secundarios. Para ello trabaja con la curcumina (el principal compuesto activo de la planta Curcuma longa) y algunos cannabinoides, (moléculas con potencial terapéutico presentes en plantas de la familia Cannabis), entre ellos el cannabidiol, también conocido como CBD.
Uno de los objetivos del estudio es determinar si estos compuestos naturales pueden mejorar la salud de las personas, en específico aliviar el dolor sin generar graves problemas gastrointestinales.
Adicionalmente se busca definir los términos para su utilización; es decir, la dosis, el tipo de pacientes o las circunstancias en las que los productos derivados de estos compuestos podrían ser adquiridos, es el caso de si deben ser vendidos con receta.
Hasta el momento los resultados indican que la curcumina y los cannabinoides tienen potencial en el alivio del dolor. A las dosis que se produce el efecto analgésico no se ha observado daño gastrointestinal, por lo cual se trabaja en la elucidación de los mecanismos de acción de cada uno de estos compuestos; esta información podría ser útil para determinar en qué tipo de pacientes se obtiene el mayor beneficio analgésico.
Lo anterior porque el dolor de tipo neuropático, que es resultado de una lesión o enfermedad que afecta al sistema encargado de la información sensorial, por ejemplo, se genera a través de mecanismos diferentes a los del causado por otros padecimientos.
También se ha identificado que la curcumina y los cannabinoides, además de ser analgésicos por sí mismos, pueden combinarse con algunos medicamentos para lograr mayor alivio en casos de dolor severo, como en el ocasionado por el cáncer.
En lo que se refiere a la curcumina, los investigadores han determinado que aumenta la eficacia del diclofenaco (uno de los antiinflamatorios más empleados) y reduce sus efectos gástricos adversos, lo cual implica una ventaja en el tratamiento clínico del dolor inflamatorio, que se produce después de una operación o por enfermedades como la artritis.
Para el estudio, la metodología consiste en analizar la relación dosis-respuesta de la curcumina y los cannabinoides (administrados por vía oral) en un modelo animal de dolor inflamatorio y neuropático.
Posteriormente, se compara el efecto analgésico que tienen estos compuestos naturales con el de medicamentos convencionales, como diclofenaco o tramadol, y el que resulta de la combinación de éstos con curcumina y cannabinoides. Estas pruebas experimentales dan indicios de los mecanismos de acción involucrados y de los posibles efectos colaterales.
Uno de los aspectos a tener en cuenta al estudiar la actividad farmacológica de los productos naturales, señaló el integrante del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III, es que tienen una variación en la cantidad del compuesto capaz de generar un efecto en el organismo.
Esto se debe a que, si bien los ejemplares de una especie de planta, en este caso de cannabis, contienen las mismas sustancias, su concentración no es igual, por lo cual Castañeda Hernández trabaja con principios activos estandarizados.
Así, los estudios que el investigador realiza en su laboratorio, con compuestos activos de origen natural, tienen el rigor que se emplea para evaluar los fármacos de síntesis química.
El especialista del Cinvestav destacó que si bien se requiere más investigación para desarrollar medicamentos a partir de la curcumina y algunos cannabinoides, de los que se tenga comprobada su seguridad, calidad y eficacia, la relevancia de este tipo de estudios radica en que en México se emplean una gran variedad de productos naturales y su uso debe estar respaldado con evidencia científica.
IPR
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