Si el estigma y la discriminación siguen gobernando, seguirán siendo las principales causas del crecimiento del desarrollo del SIDA
Por Dr. Juan Antonio Rodriguez
Actualmente la esperanza de vida de los seres humanos es de 78 años aproximadamente. Esto se ha logrado gracias a los avances de la tecnología y la ciencia, principalmente desde la aparición de los antibióticos. Cuando éstos no existían, por ahí de los años 50, la esperanza de vida era de 50 años, o sea que muchos de los microorganismos que ahora son prácticamente inofensivos para un cuerpo humano, antes podían matar.
La evolución del ser humano avanza junto con todo lo que va pasando por en frente. Ahora la alimentación es diferente, a la mayoría de los alimentos se les añaden conservadores, nutrientes, suplementos y más que en mayor o menor grado afectan el curso normal de los millones de células que forman un cuerpo humano. Los tratamientos también han cambiado, por ejemplo, el cáncer que prácticamente es un desorden celular que genera masas, bolas, malformaciones dentro del cuerpo, algunas benignas que no atentan contra la vida y otras malignas que pueden matar en poco tiempo, se tratan con quimioterapias, cocteles de químicos que son muy nocivos para muchas partes del cuerpo, pero maravillosos para acabar con las células malignas cancerosas. Por lógica, se desarrollan terapias alternas como las terapias naturales o las homeopáticas, que también tienen su efectos secundarios.
Las enfermedades más agresivas y letales en la actualidad son muy diferentes a las de hace 50 años, hoy las enfermedades crónico-degenerativas, la diabetes, la hipertensión, la alimentación inadecuada, las enfermedades del corazón, el tabaquismo, el uso de drogas, entre otras toman los primeros lugares.
El SIDA es la octava causa de muerte de hombres entre 15 y 49 años en México, por debajo de los asesinatos, los accidentes, la cirrosis y las enfermedades mencionadas anteriormente (Global Burden of Desease/Institute for Health Metrics 2013).
Una enfermedad es una alteración que puede ser leve o severa que altera el funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes debido a una causa interna o externa. La ciencia, la medicina y la tecnología se han dado a la tarea a través del tiempo de estudiar las causas, el desarrollo, el control y la cura de prácticamente todas las enfermedades que han aparecido a lo largo de la historia de la vida en la tierra. En algunos casos se han obtenido éxitos extraordinarios pero desgraciadamente en otros no.
El virus de la inmunodeficiencia humana (vih) es el causante del Síndrome de la inmodeficiencia Adquirida (SIDA), y prácticamente todo el mundo ha oido hablar del él, pero debido a que su era inició oficialmente el 5 de junio de 1981 en Estados Unidos de América, la humanidad no ha tenido tiempo de digerir objetivamente de qué se trata este Síndrome. Es una infección relativamente nueva, solo han pasado 38 años donde han muerto 39 millones de personas en todo el mundo aproximadamente.
El dato curioso con el SIDA es que actualmente ya conocemos prácticamente todo a cerca de su causante, el vih. Sabemos a la perfección que las únicas vías de transmisión son por contacto sexual desprotegido, transfusiones de sangre contaminada y de madre a hijo en el parto y la lactancia. Sabemos también que con el uso del condón, con ciertas medidas preventivas, con nuevos programas como el tratamiento pre-exposición (Prep) podemos disminuir los riesgos de transmisión prácticamente a cero. También conocemos como actúa, y cómo ataca a las defensas de los seres humanos, y que puede tardar años en realmente causar enfermedades oportunistas.
Lo que nos causa mucha curiosidad es por qué a pesar de todo lo que ya conocemos las personas siguen infectándose día a día, sigue habiendo un estigma extraordinario en torno al tema y la gente teme aun a ir a hacerse la prueba para conocer si esta infectada o no.
Con los avances tecnológicos tenemos todo para acabar con el SIDA en unos años, pero aun no logramos concluir una cultura en base a la prevención de esta enfermedad.
Hoy por hoy en realidad no es importante ser portador del vih, lo importante es saberlo, y si la persona es portadora del virus, debe saber que se puede tratar y que puede controlar al 100% la infección preservando una calidad de vida optima y con salud. Lo importante es mantener las defensas altas y la carga de virus en sangre en niveles indetectables.
De aquí la importancia de la detección oportuna, cualquier persona que se detecte en tiempo esta libre de padecer cualquier enfermedad oportunista causada por el SIDA, no hay manera de que el virus ataque con los medicamentos que conocemos hoy en día. Si el estigma y la discriminación siguen gobernando, seguirán siendo las principales causas del crecimiento del desarrollo del SIDA.
Podemos hacerlo como ya lo hicimos con la gripa, o la diabetes, o la hipertensión que son enfermedades acutales, que obviamente nadie quiere tener, pero que si se les diagnostica, lo tratan y viven felices. Lo mismo debe pasar con la infección por vih.
Debemos integrar dentro de nuestras mentes y nuestra cultura la necesidad de hacer la prueba para vih anualmente si es que se tiene una vida sexual activa, es la única manera de poder seguir gozando del erotismo y la sexualidad en general.