Aunque cada ruptura es distinta y no existe una fórmula mágica para sanar, presentamos algunas herramientas de ayuda para sobresalir.
Un corazón se «rompe» por desamor, amores platónicos, pérdidas físicas, infidelidades, entre muchos otros motivos. Con él llega la tristeza que para sanarla requiere tiempo y paciencia.
Es importante identificar las variaciones en el estado anímico para poder guiarlas hacia una salida. Al respecto, la psicóloga conductista y experta en relaciones de pareja Jo Hemmings explica que la sensación de corazón « es un estado provocado por una pérdida emocional devastadora», en la que impera la sensación de que nunca seremos capaces de superar el dolor.
Desde luego, no es el fin, y una vez que lo hemos superado y volteamos hacia el pasado caemos en cuenta de que no era tan imposible ni ruinoso como parecía. Para llegar a la cumbre se hace necesario experimentar fases dolorosas que culminan en la aceptación de la vida sin la otra persona.
Aunque cada ruptura es distinta y no existe una fórmula mágica para sanar, presentamos algunas herramientas de ayuda para sobresalir.
- Soltar:
El paso inicial es reconocer que la relación dejó de ser posible. Asimismo, reflexionar en torno a preguntas como ¿era sana esa relación?, ¿era amor verdadero?, ¿las cualidades de esa persona eran tan únicas e irremplazables? Con ellas repensaremos el vínculo.
- Vivir la pérdida.
Convivir con el dolor es sano, aunque en muchas ocasiones preferimos no verle la cara, lo cierto es que abrazarlo y aceptar que lo sentimos es clave para expulsar del interior aquellos sentimientos pesados que nos abruman.
Basta de intentar demostrarte fuerte o de sentir vergüenza por el momento. Todos pasamos por ellos y tras un buen desahogo podemos desprendernos de los pensamientos ásperos.
- Recurre a tu red de apoyo.
Amigos, familiares, incluso vecinos están disponibles para ofrecer su soporte. Seguro no se negarán a escucharte y brindarte objetividad ante el problema. Recibe sus abrazos y perspectivas claras.
- Mueve tus pensamientos.
Seguro que parece imposible que tu mente regrese una y otra vez hacia tu expareja. Parece imposible dejar de recordad momentos agradables que te alejan del presente. Para salir del círculo vicioso puedes recurrir a llenar los vacíos temporales con actividad física. ¿Por qué no te animas a ejercitar tu cuerpo o quizá a inscribirte a aquella clase de cocina que tanto te llamaba la atención?
- Cuida tu cuerpo.
Se lee obvio, pero muchas veces, al vernos envueltos en apatía dejamos de lado las comidas o procurar el sueño. Así que ya lo sabes, no por estar solo signifique que tendrás que regular tus horas de descanso, así como cuidar tu alimentación.
- Planifica el futuro.
Reordena tu vida, enlista tus metas hacia mañana. Llénate de objetivos y sobre todo, reconoce tu valor. Puedes acudir a terapia ara reencontrarte y estar listo para nuevas aventuras sin temor.
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