Aunque estudios previos han encontrado que comer carnes a la parrilla puede aumentar el riesgo de cáncer, esta investigación no halló asociación al respecto
Según un estudio publicado en la revista International Journal of Cancer señala que disminuir la ingesta de carne roja y sustituirla por carne de aves de corral, como pollo o pavo, podría reducir en las mujeres el riesgo de desarrollar cáncer de mama, que es la displasia número uno entre las mujeres a nivel global.
Recordemos que recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló a la carne roja como un probable carcinógeno.
Así, esta investigación agregó dicha anfermedad a una lista de tipos de cáncer relacionados con la carne roja (entre la que se considera la carne de res, de ternera, cerdo y cordero).
Si bien la investigación no probó contundentemente que la carne roja cause cáncer de mama o que el pollo lo prevenga, Dale Sandler, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de Estados Unidos y su principal autora, sugiere que valdría la pena considerar el cambio en la ingesta.
El equipo de Sandler analizó la cocina y el consumo de carne entre más de 42,000 mujeres en la superficie continental de dicho país y en Puerto Rico. Universo de población en el que más de mil 500 desarrollaron cáncer de mama durante el seguimiento promedio de 7.5 años.
Además, el trabajo halló que las mujeres que consumieron la mayor cantidad de carne roja tuvieron un riesgo hasta 23 % mayor de desarrollar cáncer de seno, en comparación con las que comieron menos carne roja. Mientras que, aquellas que ingerían más aves de corral tuvieron un riesgo hasta 15 % menor, en comparación con las que comieron menos.
Asimismo, los científicos descubrieron que aquellas que cambiaron la carne roja por la de aves de corral redujeron su riesgo, pero no saben por qué.
“Sin embargo, nuestro estudio aporta evidencia de que la sustitución de la carne roja por la de aves de corral puede ayudar a reducir la incidencia de cáncer de mama“, apuntó Sandler.
El vínculo entre la carne roja y el cáncer de mama se mantuvo incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta otros factores relacionados con la enfermedad, como la raza, el estado económico, la obesidad, la actividad física, el consumo de alcohol y otros problemas alimenticios.
Aunque estudios previos han encontrado que comer carnes a la parrilla puede aumentar el riesgo de cáncer, el equipo de Sandler no halló ninguna asociación con la enfermedad cuando tomaron como base los químicos liberados por las carnes al cocinarse a fuego alto.
Por lo tanto, la especialista explicó que sería difícil demostrar de forma definitiva que la carne roja causa cáncer de mama, aunque los estudios de intervención dietética como los ensayos aleatorios quizás puedan ayudar, sugiriendo dar un seguimiento a largo plazo en el estudio.