El equipo identificó muchos nuevos genes candidatos causales y los potenciadores que los regulan, proporcionando respuestas a preguntas críticas sobre labio y paladar hendido
El labio y el paladar hendido (CL/P, por sus siglas en inglés) es el segundo defecto congénito más común en el mundo y afecta a uno de cada 700 bebés nacidos vivos. Aunque la causa exacta de la CL/P no se conoce bien, los investigadores creen que podría ser el resultado de una combinación de genética y medio ambiente.
El labio y paladar hendido se produce cuando se divide el labio superior, el techo de la boca o ambos. Esto sucede cuando las células en la cara y la boca de un bebé no se fusionan correctamente durante el desarrollo temprano y el resultado de una fusión parcial, o ninguna fusión, deja una hendidura.
En un nuevo estudio publicado este miércoles en ‘Science Advances’, investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, encontraron más de 100 genes nuevos que podrían conducir al desarrollo de CL/P.
El equipo descubrió que las variantes genéticas cercanas a estos genes se encuentran en regiones del genoma llamadas “potenciadores”, que regulan la expresión de los genes para mantener la identidad celular adecuada.
El investigador Enrique Lin-Shiao, estudiante de doctorado en el laboratorio de Shelley L. Berger, profesor de la Universidad Daniel S. Och y director del Instituto de Epigenética de Penn, describió el papel de la proteína p63 en la modulación de la expresión de genes involucrados en el desarrollo craneofacial.
El factor de transcripción p63 guía a otras moléculas a abrir o cerrar estructuras de ADN en el núcleo llamado cromatina. Esta función de p63 ayuda a los potenciadores a hacer su trabajo de permitir que los genes se expresen en ARNm, o no. Las mutaciones en p63 humano llevan a una serie de defectos de desarrollo, incluyendo hendiduras.
El conocimiento es limitado sobre el papel de p63 en el desarrollo craneofacial humano debido en parte a la falta de modelos animales comparables. Sin embargo, ahora se sabe que p63 se une a la cromatina y la remodela para coordinar los potenciadores vinculados con las células epiteliales que son importantes para la fusión del paladar durante el desarrollo.
“Combinamos nuestros hallazgos moleculares con datos genómicos de colegas de la Universidad de Bonn [Alemania] que trabajan con datos genéticos de pacientes con paladar hendido o labios –detalla Lin-Shiao–. En los conjuntos de datos, encontramos que muchos de los genes que están altamente asociados con las hendiduras están ubicados cerca de las regiones potenciadoras que funcionan con p63. Esto nos da una nueva visión de los mecanismos que podrían conducir a la enfermedad”.
El equipo identificó muchos nuevos genes candidatos causales y los potenciadores que los regulan, proporcionando respuestas a preguntas críticas sobre CL/P. En el futuro, el equipo espera que a medida que profundicen en la biología de genes causantes específicos, se puedan desarrollar nuevas prevenciones y terapias para una variedad de afecciones craneofaciales que incluyen CL/P.