No se recomienda extirpar el apéndice para protegerse del Parkinson, debido a que hacerlo solo retrasaría la enfermedad pero no evitaría su presencia
La extirpación del apéndice podría ofrecer cierta protección frente al Parkinson debido a que contiene cantidades importantes de una proteína llamada alfa sinucleína, afirmó el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gregorio Benítez Peralta.
El profesor de la Facultad de Medicina explicó a UNAM Global que esta proteína está estrechamente relacionada con el inicio y progresión del Parkinson, por lo que estudios recientes han planteado que al extirpar el apéndice podría prevenirse la enfermedad.
Destacó, sin embargo, que se recomienda no extirpar el apéndice para protegerse del Parkinson, debido a que esto no prevendría la enfermedad sólo retrasaría su presencia.
El apéndice es una porción del intestino grueso que mide de ocho a 12 centímetros. En ella se acumulan partículas de alimentos que pueden derivar en una inflamación, un padecimiento conocido como apendicitis.
Al respecto, Benítez Peralta indicó cuando esto ocurre pueden presentarse manifestaciones vagas e inciertas que suelen ser similares a otras infecciones gastrointestinales.
“El apéndice puede moverse como las manecillas del reloj y en ocasiones se encuentra en diversos lugares del abdomen, por eso el dolor puede manifestarse en diferentes sitios”.
Agregó que en las primeras etapas del padecimiento pueden administrarse antibióticos; sin embargo, cuando la enfermedad evoluciona y no se recibe atención médica se podría desencadenar un choque séptico y finalmente la muerte.