Investigadores del CIBERSAM aconsejan “el refuerzo continuo de las medidas preventivas y de intervención de la salud mental después de la crisis”
Investigadores del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) han evaluado los cambios en la depresión y la ideación suicida durante las restricciones de la primera ola de la pandemia de COVID-19 en España. El trabajo se ha coordinado desde el Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
A través de un estudio longitudinal en la población general, los autores han analizado los factores asociados a la aparición de depresión e ideación suicida durante el confinamiento domiciliario que tuvo lugar en España en marzo y abril de 2021.
Las principales conclusiones del estudio se han publicado en Epidemiology and Psychiatric Sciences. Los investigadores han indicado que “el refuerzo continuo de las medidas preventivas y de intervención de la salud mental durante y después de la crisis cobran una relevancia global”. Los investigadores han incidido “en los grupos vulnerables que están experimentando la mayor angustia. Las investigaciones futuras deben esforzarse por evaluar los efectos a largo plazo de la crisis de la COVID-19 en la salud mental”.
El estudio longitudinal ha incluido los datos de más de 1.000 adultos de las provincias de Madrid y Barcelona. En esta ocasión se ha empleado un muestreo representativo de la población. Así, se ha realizado una entrevista presencial en el hogar de los participantes meses antes del confinamiento; posteriormente, se ha hecho una entrevista telefónica entre mayo y junio de 2020.
José Luis Ayuso-Mateos, jefe de grupo del CIBERSAM en la UAM, ha sido el primer firmante del estudio. Según ha indicado, “las personas más jóvenes, así como aquellas que se sentían solas antes de la pandemia, mostraron mayor riesgo de sufrir depresión durante el confinamiento”.
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“La resiliencia y el apoyo social percibido ejercieron un papel protector frente a estos problemas de salud mental. Por otro lado, no se observó un aumento significativo en el porcentaje total de personas con depresión e ideación suicida durante el confinamiento”, ha añadido.
Los psiquiatras han coincidido al señalar que se ha vivido “una situación sin precedentes”. “Las primeras reacciones emocionales pueden ser sentimientos de miedo, ira o tristeza que no impliquen necesariamente un trastorno mental”, han señalado.
En otros estudios, los autores han observado una estabilización o disminución de los problemas de salud mental durante la primera fase de la pandemia. “Se corresponde a nuestra capacidad de adaptación ante eventos vitales estresantes”, han explicado.
Los autores de la UAM han puntualizado que el estudio publicado en Epidemiology and Psychiatric Sciences corresponde a los primeros meses de la pandemia. Marta Miret y Elvira Lara, investigadoras del CIBERSAM, han comentado que las conclusiones de este estudio “refuerzan la necesidad de aplicar medidas de prevención e intervención sobre la salud mental durante y después de la pandemia en personas vulnerables”. También han considerado necesario investigar el impacto de las medidas preventivas para evitar el contagio de COVID-19 en la salud mental de la población española en los próximos meses y años.
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CAB