Durante nuestras horas de sueño, nuestro cerebro limpia esas beta-amiloides, evitando que se acumulen y dañen nuestras neuronas
Una investigación de la Universidad de Boston asegura que nuestro cerebro participa en una “inundación purificadora” mientras dormimos; la cual ayuda a prevenir enfermedades como la demencia.
Dicha investigación se basa en hallazgos previos que han demostrado que nuestros cerebros funcionan durante el sueño.
Según indican los investigadores involucrados, el proceso que tiene lugar involucra nuestro sistema glifático, un sistema de eliminación de desechos para nuestro sistema nervioso central. Así, mientras estamos despiertos, las proteínas precursoras, llamadas beta-amiloides, aumentan y se acumulan en nuestro cerebro.
Asimismo, señala que durante nuestras horas de sueño, nuestro cerebro limpia esas beta-amiloides, evitando que se acumulen y dañen nuestras neuronas. Por tanto, sin un sueño adecuado, el cerebro no puede eliminar eficazmente esas proteínas precursoras.
Además, su acumulación se ha asociado con un mayor riesgo de demencia debido a las neuronas dañadas. No obstante, advierten los autores, con esta investigación no se puede decir que si una persona duerme 4 horas, en 20 años desarrollará algún tipo de demencia, pero sí que hay una tendencia.
Los autores también explican que el sueño adecuado se trata tanto de la cantidad como de la calidad. En términos de calidad, indican, el sueño adecuado se define por las etapas del sueño; que son todas esenciales para promover la buena salud.
Más allá del riesgo de demencia del sueño, señalan, hay una serie de preocupaciones adicionales relacionadas con la falta de sueño, que puede provocar múltiples problemas en todo el cuerpo.
Por ejemplo, exponen, físicamente, dormir mal puede resultar un problema para controlar el peso, la diabetes y la disfunción de la tiroides debido a la desregulación hormonal. Esto se debe a que es en las etapas más profundas del sueño cuando las hormonas se “restablecen”, apuntan.
Mentalmente, por otro lado, dormir mal puede provocar ansiedad, depresión, mala memoria y enfermedades degenerativas. Esto ocurre si la persona tiene algún trastorno del sueño o no duerme lo suficiente.
En este contexto, los expertos exhortan a que si la persona no se siente renovada al despertar o tiene problemas para dormir, como roncar o quedarse dormido durante el día, debe consultar a un médico de atención primaria.
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CAB
