El pozole, uno de los tesoros de la cocina nacional, se prepara principalmente con maíz cacahuazintle, carne de cerdo y chile guajillo
El pozole es el protagonista de las fiestas patrias y de muchas de las celebraciones en México en sus versiones en blanco, rojo o verde, todo depende de la región en que se disfrute.
Este platillo de origen prehispánico deriva de la palabra náhuatl pozolli, un plato que originalmente se preparaba con granos de maíz, carne y agua. Pero son diversas las variantes de esta receta que, de acuerdo a la historia, en un inicio sólo los dioses, emperadores y sacerdotes tenían acceso.
Destacan las de Jalisco –con chiles ancho y guajillo-, Guerrero –con pepita de calabaza- y Michoacán – con jitomate y guajillo-, así como las opciones de la costa con pescados y mariscos.
La emblemática receta se acompaña con tostadas de maíz y orégano y chile en polvo, ingredientes que se agregan al plato de acuerdo al gusto de cada persona. También es posible cocinarlo con carne de pollo.
Al respecto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha señalado que, pese a la creencia popular de años, el pozole es un platillo completo y saludable ya que, contiene todos los nutrientes necesarios para la hora de la comida.
Pero, el IMSS detalló que podemos comer pozole sin culpa ya que no te hace subir de peso, siempre y cuando sea con medida y evitando la botana que lo acompaña.
Para lo cual recomendó:
- Comer una taza y media de pozole (90 a 100 gramos aproximadamente).
- Con 60 gramos de carne.
- Verdura al gusto (rábano, lechuga, cebolla, chile y limón).