Los abuelos de ahora están más al pendiente de su salud, mantienen una vida sexual activa y salen más de viaje
Los años pasan y entre los cambios que se han gestado en México con el paso del tiempo, destaca el de la añeja figura de los abuelos. Que, de la imagen del encantador o encantadora viejecita con cabellera blanca, sentada en su mecedora, cubierta por un reboso, pasamos al de los integrantes de la generación “baby boomers”, que poco a poco se han ido jubilando, y lejos están de aquel estereotipo de pasividad y cansancio.
Aunque, no debemos pasar por alto que hoy en día, la realidad de muchos adultos mayores, 12.9 millones según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), es la de vulnerabilidad a sus derechos, específicamente el maltrato y abandono al que son objeto por parte de sus propias familias. Además, que la mitad de esta población vive en condiciones de pobreza.
En este panorama, cada vez se va diluyendo más la estampa que nos regaló o impuso el cine mexicano con Sara García o Cri-Cri en sus canciones, en el que abnegada y tiernamente se dedicaba a cuidar a sus nietos.
No, los abuelos de ahora son quienes nacieron entre la década de 1940 y 1960, teniendo actualmente entre 60 y 79 años, representando más de 11 millones 960 mil habitantes -esto en entornos urbanos, pues en el rural el rango de edad puede disminuir hasta los 40 años-.
Son a quienes les tocó vivir o protagonizar la ruptura del 68, de los rebeldes años 1970. Las abuelas son las mujeres que tomaron la pastilla anticonceptiva, que decidieron ejercer su sexualidad y estudiar una carrera universitaria.
Esto, sin dejar de lado la transmisión de valores y conocimientos. Pero son una generación de abuelos con una comunicación más horizontal respecto a sus hijos; a diferencia de como veíamos en las películas protagonizadas por Fernando Soler en que el vínculo era totalmente vertical. Y quienes cuidan de sus nietos es más por elección que por adjudicación.
Los abuelos de ahora están más al pendiente de su salud, mantienen una vida sexual activa y salen más de viaje. Incluso, hay los que siguen en el activismo social, impulsando un cambio en cambiar el paradigma sobre el modelo de vejez. Máxime que según el Consejo Nacional de Población (Conapo), este universo se incrementará para el año 2020 en más de 464 mil, alcanzando un aproximado de 12 millones 425 mil.
Estando entre los principales retos sociales y gubernamentales, el de terminar con el maltrato y carácter de invisibles en el que por años se ha mantenido a este sector, una vez que han concluido con su vida laboral, como si dejaran de ser productivos; pero también está el desafío de responder con los servicios de salud suficientes para atenderlos y que no se conviertan en una carga para el sistema social.
Así, frente a este cambio generacional y cultural, todos como sociedad debemos también modificar el imaginario colectivo, en el que los abuelos de ahora tienen roles muy distintos a los que tuvieron, incluso nuestros propios abuelos, sus padres.