Ya que el Síndrome de Down dura toda la vida, la atención a las personas con esta afección se enfocan en ayudarles a desarrollarse a su máximo potencial
El Síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud, debido a que la paersona que lo presenta tiene 47 cromosomas, en vez de los 46 usuales. La mayoría de los casos tienen una copia extra del cromosoma 21, de ahí que también se le llame “Trisomía 21”.
El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
En diciembre de 2011, la Asamblea General designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down.
Con esta celebración, la Asamblea General quiere generar una mayor conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Asimismo, quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
No se sabe con certeza cuántos factores están relacionados con esta alteración cromosómica. Sin embargo, se sabe que la edad de la madre es un factor que aumenta el riesgo: las mujeres que se embarazan a los 35 años o más tienen más probabilidad de tener un bebe con Síndrome de Down.
Tener una copia extra cambia la forma en que el cuerpo y el cerebro del bebé se desarrolla, de ahí que el Síndrome de Down tenga efectos sobre las características físicas, la salud y el aprendizaje.
A nivel mundial, se estima que la incidencia de este síndrome se encuentra entre 1 de cada mil y 1 de cada mil 100 recién nacidos. De acuerdo con datos preliminares de la Dirección Genaral de Información en Salud durante 2018, en México nacieron 351 niñas y 338 niños (689 en total) con síndrome de Down.
Ya que el síndrome de Down dura toda la vida, la atención a las personas con esta afección se enfocan en ayudarles a desarrollarse a su máximo potencial. Esto puede incluir terapia del lenguaje, ocupacional y física, y podrían requerir apoyo extra en la escuela.
Este 2019 la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down se centra en el lema “No dejar nadie atrás“, porque todas las personas con síndrome de Down deben tener la oportunidad de disfrutar de vidas plenas, tanto en igualdad de condiciones con las demás, como en el resto de aspectos de la sociedad; como se recoge en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU —el plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad— que promete que “nadie se quedará atrás”.