Una condición común en las personas con demencia frontotemporal es el encogimiento de partes especiales en la parte frontal del cerebro
nvestigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) evidenciaron que la apatía puede predecir el desarrollo futuro de la demencia; descubrimiento que ofrece una “ventana de oportunidad” para tratar esta patología en una fase temprana.
La demencia frontotemporal es una causa importante de demencia entre las personas más jóvenes. A menudo se diagnostica entre las edades de 45 y 65 y cambia el comportamiento, el lenguaje y la personalidad, lo que lleva a la impulsividad, comportamiento socialmente inapropiado, repetitivo o compulsivo. Una característica común de ella es la apatía, con pérdida de motivación, iniciativa e interés por las cosas.
Hasta ahora, los estudios de escaneo cerebral han demostrado que una condición común en las personas con demencia frontotemporal es el encogimiento de partes especiales en la parte frontal del cerebro.
Asimismo, se ha encontrado que cuanto más grave es el encogimiento, peor es la apatía. Al parecer, la apatía puede comenzar décadas antes que otros síntomas y ser una señal de problemas futuros.
“La apatía es uno de los síntomas más comunes en pacientes con demencia frontotemporal. Está relacionada con el deterioro funcional, la disminución de la calidad de vida, la pérdida de independencia y una supervivencia más pobre”, explican los expertos de Cambridge
En este contexto, los especialista sostienen que la demencia frontotemporal puede ser genética. De hecho, señalan, aproximadamente un tercio de los pacientes tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
En el trabajo publicado en ‘Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association’, los investigadores demostraron cómo la apatía predice el deterioro cognitivo incluso antes de que surjan los síntomas de la demencia.
Para alcanzar esta conclusión, el estudio involucró a 304 personas sanas que portan un gen defectuoso que causa demencia frontotemporal y 296 de sus parientes que tienen genes normales.
Los participantes fueron seguidos durante varios años y ninguno tenía demencia y la mayoría de las personas del estudio no sabían si portaban un gen defectuoso o no.
“Al estudiar a las personas a lo largo del tiempo, revelamos cómo incluso los cambios sutiles en la apatía predecían un cambio en la cognición, pero no al revés. Además, vimos una contracción del cerebro local en áreas que apoyan la motivación y la iniciativa, muchos años antes de la aparición esperada de los síntomas”, apostillaron los investigadores.
Tras el seguimiento, encontraron que las personas con las mutaciones genéticas tenían más apatía que otros miembros de su familia; así como que esta condición aumentó mucho más que en las personas con genética normal.
Asimismo, descubrieron que la apatía predijo el deterioro cognitivo, y que éste se aceleró a medida que se acercaban a la edad estimada de aparición de los síntomas.
Contenido relacionado:
El sueño profundo puede proteger de padecer Alzheimer
CAB